Los salvajes orcos de piel verde son una de las razas más prolíficas de Azeroth. Se cree que son brutales y estúpidos, sin humanidad ni empatía hacia las otras razas. Nacidos en el mundo infernal de Draenor, los orcos llegaron al reino de Ventormenta a través del portal dimensional conocido como El Portal Oscuro y manipulados para luchar contra los humanos. Aunque son pocos los que conocen su historia, los orcos cultivaron una sociedad noble y chamánica en el mundo de Draenor.
Por desgracia, los orgullosos clanes de orcos fueron corrompidos por la Legión Ardiente y usados como peones en la invasión de la Legión a Azeroth. Pero los orcos se rebelaron y al final consiguieron enfrentarse a sus demoníacos amos. Liderados por el joven Jefe de Guerra Thrall, los orcos han recuperado su fuerza y honor. Hoy, los orcos están preparados para luchar, pero no para conquistar, sólo por el derecho a sobrevivir en su mundo adoptivo.
Cultura
La sociedad de los orcos se ha caracterizado siempre por la vida robusta y salvaje. Consecuentemente son pragmáticos, firmes, y nunca son tímidos en la batalla cuando tienen que proteger el futuro de un orco o de su clan. Se espera que todos los orcos sin importar sexo o edad sean valientes, y la debilidad se considera una falta grave. La debilidad de uno contamina la debilidad de todos, y es castigable por la humillación más grande que un orco puede recibir: el exilio. Es más exacto decir que los orcos son prácticos más bien que nobles, pero diversos clanes también tienen diversas personalidades. Thrall y el Frostwolves han traído una influencia notable de compasión en la Horda, vista típicamente en un tratamiento menos duro de Thrall hacia los peones, que eran vistos como una raza secundaria y despreciable. No obstante hay clanes tales como los Warsong que todavía se aferran en lo rígido, la creencia espartana valorada en la vieja Horda.
Pero sin importar la afiliación del clan, los orcos premian el honor sobretodo -primero a uno mismo, y segundo honor al clan. La hospitalidad se considera un honor muy grande que alguien puede conceder sobre otra persona. Es por esta razón que se han llevado tan bien los orcos y los taurens, porque la raza tauren ofreció abrigo y ayuda a los orcos (quiénes eran extranjeros totales) en una tierra nueva y extraña, y no pidieron nada a cambio.
No hay discriminación entre los géneros en sociedades orcas. Se espera que las mujeres pueden perseguir las mismas opciones de la carrera que los hombres, levantarse a las posiciones de poder e incluso contestar a la llamada para la batalla. La fuerza (físico y mental), el valor, la iniciativa y la independencia son rasgos estimados en todos los orcos. Ven tradicionalmente a los niños, como niños de los padres, pero se crían a los niños como niños del clan. Sin embargo, debido a la Horda nuevamente unificada y la diáspora actual de las familias individuales de los orcos que cnospam hogares y que se colocan en varias áreas alrededor de Durotar, The Barrens y más allá, este esquema típico del clan ha estado cambiando, y la vida está comenzando a centrarse más alrededor de la familia nuclear más que del clan.
Los apellidos de orcos se derivan generalmente de grandes actos o los méritos de un antepasado anterior, pero algunos orcos excepcionales ganan sus propios apellidos (Kilrogg Deadeye, Kargath Bladefist), y muchos prefieren utilizar los nombres de sus padres (Thrall, hijo de Durotan). Solamente el líder de la familia puede llevar a cabo un título eponymous (por ejemplo, puede solamente haber un Doomhammer o Deadeye a la vez), y el resto del clan se identifica a través de su línea de nacimiento.
Una nota con respecto a nombres de los orcos
Hay dos tipos de nombres orcos: primero los que sus sílabas se separaran por un apóstrofe y el otro un nombre primario acortado, el cual es en realidad más largo. Ejemplos de nombres de dos sílabas con apóstrofe: Gul’Dan, Drak’Thul, Dal’Rend. Parecen haber sido utilizados inicialmente solamente por brujos y shamanes, pero fue exportado más adelante (Gar’Thok era un coronel Grunt). El segundo tipo es altamente cultural; solamente ésos con poder sobre los guerreros pueden utilizar su nombre completo, tal como Shamanes y caciques, o el líder religioso personal de los orcos. Por ejemplo el nombre completo de Brox era Broxigar, un término que él permitió que solamente Tyrande y Krasus utilizaran. El nombre completo de Grom Hellscream era Grommash, por el cual Mannoroth se dirigía a él como demostración que Hellscream era suyo.
Orcish
El orcish es la lengua natural de los orcos y se utiliza a través de la facción de la Horda. Orcish es una lengua gruesa, común, y muchas palabras carecen de delicadeza. Los orcos confían en el contexto, la repetición y el volumen para agregar el énfasis. Hay por lo menos dos dialectos conocidos de orcish, el que está hablado por la mayoría de la Horda, y otro por los orcos que vivían cerca de las tribus en los campos de internamiento. Ambos tenían variaciones en el dialecto que diferenciaron tanto que los orcos no podrían entenderse a menos que hablaran la forma común de la lengua Orcish usada por todas las tribus que conocen el Orcish común.
Palabras y frases orcish comunes
“Aka’Magosh.” = “Una bendición para ti y los tuyos.”
“Bin mog g’thazag cha!” = “Te protejeré!”
“Dabu.” = “Obedezco”
“Gol’Kosh!” = “Por mi hacha!”
“Grombolar” = “Intestinos del gigante”
“Grommash” = “Corazón del Gigante”
“Kagh!” = “Corran!”
“Lok-Narash!” = “Ustedes son el Ejército/Horda!”
“Lok-Tar!” = “Victoria!” (Un grito de guerra. También un saludo mientrás se esté en combate o se traten temas de batalla)
“Lok-Tar Ogar!” = “Victoria o muerte!” (Un grito de guerra)
“Lok’amon” = Canción tradicional que reza sobre encontrar un hogar/familia.
“Lok’tra” = Canción tradicional que reza sobre una batalla.
“Lok’vadnod” = Canción tradicional que reza sobre la vida de un héroe.
“Mok’nathal” = “Los hijos de Nath” (título honorable)
“Nagrand” = “Tierra de los Vientos”
“Oshu’Gun” = “Montaña de los Espíritus”
“Swobu.” = “Como ordenes/as.”
“Throm-Ka.” = “Bien hallado.” (Un saludo.)
“Trk’hsk” = “Matanza en la batalla”
“Zug-zug.” = Reconocimiento y acuerdo; una forma áspera del “okay”.
“Lok-Regar Ogull, On-Dabu.” = “Listos para las ordenes.”
Los orcos
- thatsumaru
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Re: Los orcos
Clanes Orcos
Clanes mayores:
Warsong: En estos momentos, el Clan Warsong forma parte integral de la Horda. La mayoría de sus guerreros se encuentran en Warsong Gulch (Barranco Warsong) con el objetivo de extraer madera y recursos del bosque de Ashenvale para reforzar la presencia de la Horda en esta zona, razón por la cual están en conflicto constante con los Elfos Nocturnos de Astranaar, y también para resguardar la tumba de Grom en Demon Fall Canyon. No existe, aparentemente, ningún rencor con el resto de los orcos. Su líder directo es Thrall.
Frostwolf: forman parte integral de la Horda. Actualmente, residen en Alterac Valley y están en conflicto constante con los Enanos del clan Stormpike, por el control de los recursos del valle de Alterac. Su líder es Drek’thar.
Blackrock: disidentes de la Horda, no reconocen la autoridad de Thrall. Su líder es Rend Blackhand, Warchief apócrifo. Sirven al dragón Nefarian en Blackrock Mountain en su guerra contra Ragnaros y el clan enano de los Dark Irons. Son enemigos tanto de la Alianza como de la Horda.Stormreaver: el clan de Gul’dan fue destrozado por completo por el Clan Blackrock cuando el brujo abandonó a la Horda para ir en busca de la tumba de Sargeras. Oficialmente no existe como clan, pero quedan algunos brujos ermitaños que viven en las Islas Quebradas (donde está la tumba), Drak’thul entre ellos.Bleeding Hollow: su último líder fue Killrogg Ojo Tuerto, de quien toma nombre el clan (Bleeding Hollow — Ojo Sangriento). Fueron capturados y puestos en campos de internamiento luego de la Segunda Guerra. Sus remanentes fueron liberados por Thrall y se unieron a la nueva Horda, pero no conforman un solo clan en sí, sino que sus miembros fueron absorbidos por otros clanes, en su mayoría, el clan Frostwolf. Se presume que Kilrogg murió de viejo antes del advenimiento de Thrall.Twilligth Hammer: fue creado originalmente por el ogro-mago Cho’gall (fallecido ya). La principal caracteristica de este clan es que sus miembros creían que la Horda había sido conformada como un inmenso ejército apocalíptico destinado a traer la destrucción al mundo. Fueron finalmente derrotados por el clan Blackrock en la batalla de las Islas Quebradas. Se creía extinto hasta que reapareció en las arenas de Silithus, atraídos por C’thun. En particular, tienen una gran fijación por los Dioses Antiguos, y pueden encontrarse también en el Master’s Glaive (donde está el esqueleto de uno de los dioses), Blackphamton Deeps y Azshara. Está conformado por elementos de muchas razas y se considera más una secta que un clan en sí.
Burning Blade: en principio, era un clan formado por orcos disidentes de otros clanes, en su mayoría, guerreros a quienes la sed de sangre les había trastornado tanto que se habían vuelto incontrolables. Estaba dirigido por un grupo de ogros – magos llamado El Cónclave, los cuales se encargaban de “rehabilitar” a estos guerreros dentro del clan, en parte porque tenían grandes habilidades para la guerra. El ágil uso de la espada era su principal característica. Al ser tan violentos, la Horda decidió no usarlos sino en caso extremo, y este se presentó en la batalla final de Blackrock Spire, donde la sed de sangre fue tan intensa que casi todo el clan fue aniquilado. Sobrevivieron cerca de 25 guerreros, que fueron capturados por la Alianza y llevados a los campos. Thrall les liberó y estos juraron lealtad a él. Desde ese día se conocen como Los Maestros de la Espada.
Recientemente, el brujo Neeru Fireblade conformó una secta al servicio del Concejo de la Sombra con el objetivo de infiltrar la Horda y desestabilizarla. Esta secta se conoce como Burning Blade, pero no tiene nada que ver con el clan original, y también hay miembros de muchas razas, como sátiros y algunos demonios menores.
Black Tooth Grin (Diente Negro): fue conformado por los hijos de Blackhand, Rend y Main, luego de que su padre fue depuesto. Se le conoce así debido a que sus miembros debían arrancarse un diente para jurar lealtad al clan. Fue destruido por Orgrimm Doomhammer al final de la Segunda Guerra, pero Rend sobrevivió y tomó el mando del clan Blackrock muchos años después.Dragonmaw: fue el clan encargado de esclavizar a Alexzastrasza la Reina de los Dragones Rojos. Sus líderes fueron Zuluhed y Nekros Skullcrusher. Fue destruido casi completamente cuando Rhonin destruyó el Demon Soul y liberó a la dragona, pero algunos miembros sobrevivieron y se asientan en las afueras de Grim Batol, al mando de Nek’rosh, hijo de Nekros.Bonechewer: estos caníbales, dirigidos por el ogro Tagar Spinebreaker, fueron aniquilados por Ner’zhul para que éste pudiera recuperar la Calavera de Gul’dan y abrir los cientos de portales que luego destruyeron Draenor.Thunderlord: su líder fue Fenris el Cazador. Se cree que de este clan surgieron orcos que luego serían determinantes en la historia de la Horda, como Doomhammer y Durotan (en parte también se cree que su amistad surgió durante este periodo). Luego de la derrota de la Horda en Azeroth, Fenris se ofreció para lanzar una nueva invasión a Azeroth, pero Ner’zhul, temeroso de un nuevo Doomhammer, aniquiló al clan.Shadowmoon: el clan de Ner’zhul. Casi todos sus miembros fueron transformados en liches cuando Ner’zhul los guió a través de los portales abiertos en Draenor. Si alguno sobrevivió, fue esclavizado por Magtheridon en Outland, y probablemente, sean parte de las fuerzas de Illidan ahora.Shattered Hand: llamado así porque sus miembros debían cortarse una mano y reemplazarla por un arma punzocortante. Su líder fue Kargath Bladefist, ya fallecido. El clan aún existe y forma parte de la Horda, y se encarga de entrenar a los Rogues en el arte del robo y el asesinato. Son algo así como los encargados del espionaje y el trabajo sucio que nadie quiere hacer.
Laughling Skull: dirigido por el ogro Mogor, tenía fama de ser un clan tramposo y traicionero. Fueron los encargados de recuperar el Libro de Medivh para la Alianza cuando las fuerzas de Khadgar invadieron Draenor. Mogor y todo su clan fueron aniquilados por las fuerzas de Grom Hellscream. No se sabe si aún hay sobrevivientes.
Clanes menores:
Bloodscar: no se sabe mucho de ellos. El único representante conocido es Neeka Bloodscar, que reside en Kargath, donde hay una expedición de la Horda.
Flowerpicker: un clan semidesconocido que habitaba Azeroth durante la época en que Ner’zhul planeó abrir los portales en Draenor. A diferencia de sus hermanos, eran profundamente pacíficos, pero se cree que Dentarg, un ogro-mago que fue el campeón de Nerzhul en esa época, provenía de este clan.
Ligthning’s Blade: existe una referencia a este clan en Warcraft II: Más allá del Portal Oscuro, como aliado del Clan Thunderlord. No volvió a aparecer después.
Necrolyte, Necromancer, Warlock Clan: se les menciona como clanes en el Ascenso de las Hordas Orcas, pero se cree que más bien se refiere a clases y no a clanes en sí. Al final, formaron el Concejo de la Sombra.
Searing Blade: un clan formado posterior a la fundación de Durotar. Hermanos de la secta Burning Blade, es meramente otro grupo que desea desestabilizar el mando de Thrall. Leal al Concejo de la Sombras. Su líder es el sátiro Bazzalan.
El Ejército de Sythegore: se le conoció así a la división de raiders de lobos formada por Blackhand durante la Primera Guerra. Doomhammer lo disolvió por temor a un golpe de estado, pero Thrall lo refundó como la unidad de Raiders, formada exclusivamente por guerreros del clan Frostwolf.
Edades de Orco
Edad adulta: 20 años
Edad media: 40 años
Viejo: 65 años
Venerable: 80 años
Clanes mayores:
Warsong: En estos momentos, el Clan Warsong forma parte integral de la Horda. La mayoría de sus guerreros se encuentran en Warsong Gulch (Barranco Warsong) con el objetivo de extraer madera y recursos del bosque de Ashenvale para reforzar la presencia de la Horda en esta zona, razón por la cual están en conflicto constante con los Elfos Nocturnos de Astranaar, y también para resguardar la tumba de Grom en Demon Fall Canyon. No existe, aparentemente, ningún rencor con el resto de los orcos. Su líder directo es Thrall.
Frostwolf: forman parte integral de la Horda. Actualmente, residen en Alterac Valley y están en conflicto constante con los Enanos del clan Stormpike, por el control de los recursos del valle de Alterac. Su líder es Drek’thar.
Blackrock: disidentes de la Horda, no reconocen la autoridad de Thrall. Su líder es Rend Blackhand, Warchief apócrifo. Sirven al dragón Nefarian en Blackrock Mountain en su guerra contra Ragnaros y el clan enano de los Dark Irons. Son enemigos tanto de la Alianza como de la Horda.Stormreaver: el clan de Gul’dan fue destrozado por completo por el Clan Blackrock cuando el brujo abandonó a la Horda para ir en busca de la tumba de Sargeras. Oficialmente no existe como clan, pero quedan algunos brujos ermitaños que viven en las Islas Quebradas (donde está la tumba), Drak’thul entre ellos.Bleeding Hollow: su último líder fue Killrogg Ojo Tuerto, de quien toma nombre el clan (Bleeding Hollow — Ojo Sangriento). Fueron capturados y puestos en campos de internamiento luego de la Segunda Guerra. Sus remanentes fueron liberados por Thrall y se unieron a la nueva Horda, pero no conforman un solo clan en sí, sino que sus miembros fueron absorbidos por otros clanes, en su mayoría, el clan Frostwolf. Se presume que Kilrogg murió de viejo antes del advenimiento de Thrall.Twilligth Hammer: fue creado originalmente por el ogro-mago Cho’gall (fallecido ya). La principal caracteristica de este clan es que sus miembros creían que la Horda había sido conformada como un inmenso ejército apocalíptico destinado a traer la destrucción al mundo. Fueron finalmente derrotados por el clan Blackrock en la batalla de las Islas Quebradas. Se creía extinto hasta que reapareció en las arenas de Silithus, atraídos por C’thun. En particular, tienen una gran fijación por los Dioses Antiguos, y pueden encontrarse también en el Master’s Glaive (donde está el esqueleto de uno de los dioses), Blackphamton Deeps y Azshara. Está conformado por elementos de muchas razas y se considera más una secta que un clan en sí.
Burning Blade: en principio, era un clan formado por orcos disidentes de otros clanes, en su mayoría, guerreros a quienes la sed de sangre les había trastornado tanto que se habían vuelto incontrolables. Estaba dirigido por un grupo de ogros – magos llamado El Cónclave, los cuales se encargaban de “rehabilitar” a estos guerreros dentro del clan, en parte porque tenían grandes habilidades para la guerra. El ágil uso de la espada era su principal característica. Al ser tan violentos, la Horda decidió no usarlos sino en caso extremo, y este se presentó en la batalla final de Blackrock Spire, donde la sed de sangre fue tan intensa que casi todo el clan fue aniquilado. Sobrevivieron cerca de 25 guerreros, que fueron capturados por la Alianza y llevados a los campos. Thrall les liberó y estos juraron lealtad a él. Desde ese día se conocen como Los Maestros de la Espada.
Recientemente, el brujo Neeru Fireblade conformó una secta al servicio del Concejo de la Sombra con el objetivo de infiltrar la Horda y desestabilizarla. Esta secta se conoce como Burning Blade, pero no tiene nada que ver con el clan original, y también hay miembros de muchas razas, como sátiros y algunos demonios menores.
Black Tooth Grin (Diente Negro): fue conformado por los hijos de Blackhand, Rend y Main, luego de que su padre fue depuesto. Se le conoce así debido a que sus miembros debían arrancarse un diente para jurar lealtad al clan. Fue destruido por Orgrimm Doomhammer al final de la Segunda Guerra, pero Rend sobrevivió y tomó el mando del clan Blackrock muchos años después.Dragonmaw: fue el clan encargado de esclavizar a Alexzastrasza la Reina de los Dragones Rojos. Sus líderes fueron Zuluhed y Nekros Skullcrusher. Fue destruido casi completamente cuando Rhonin destruyó el Demon Soul y liberó a la dragona, pero algunos miembros sobrevivieron y se asientan en las afueras de Grim Batol, al mando de Nek’rosh, hijo de Nekros.Bonechewer: estos caníbales, dirigidos por el ogro Tagar Spinebreaker, fueron aniquilados por Ner’zhul para que éste pudiera recuperar la Calavera de Gul’dan y abrir los cientos de portales que luego destruyeron Draenor.Thunderlord: su líder fue Fenris el Cazador. Se cree que de este clan surgieron orcos que luego serían determinantes en la historia de la Horda, como Doomhammer y Durotan (en parte también se cree que su amistad surgió durante este periodo). Luego de la derrota de la Horda en Azeroth, Fenris se ofreció para lanzar una nueva invasión a Azeroth, pero Ner’zhul, temeroso de un nuevo Doomhammer, aniquiló al clan.Shadowmoon: el clan de Ner’zhul. Casi todos sus miembros fueron transformados en liches cuando Ner’zhul los guió a través de los portales abiertos en Draenor. Si alguno sobrevivió, fue esclavizado por Magtheridon en Outland, y probablemente, sean parte de las fuerzas de Illidan ahora.Shattered Hand: llamado así porque sus miembros debían cortarse una mano y reemplazarla por un arma punzocortante. Su líder fue Kargath Bladefist, ya fallecido. El clan aún existe y forma parte de la Horda, y se encarga de entrenar a los Rogues en el arte del robo y el asesinato. Son algo así como los encargados del espionaje y el trabajo sucio que nadie quiere hacer.
Laughling Skull: dirigido por el ogro Mogor, tenía fama de ser un clan tramposo y traicionero. Fueron los encargados de recuperar el Libro de Medivh para la Alianza cuando las fuerzas de Khadgar invadieron Draenor. Mogor y todo su clan fueron aniquilados por las fuerzas de Grom Hellscream. No se sabe si aún hay sobrevivientes.
Clanes menores:
Bloodscar: no se sabe mucho de ellos. El único representante conocido es Neeka Bloodscar, que reside en Kargath, donde hay una expedición de la Horda.
Flowerpicker: un clan semidesconocido que habitaba Azeroth durante la época en que Ner’zhul planeó abrir los portales en Draenor. A diferencia de sus hermanos, eran profundamente pacíficos, pero se cree que Dentarg, un ogro-mago que fue el campeón de Nerzhul en esa época, provenía de este clan.
Ligthning’s Blade: existe una referencia a este clan en Warcraft II: Más allá del Portal Oscuro, como aliado del Clan Thunderlord. No volvió a aparecer después.
Necrolyte, Necromancer, Warlock Clan: se les menciona como clanes en el Ascenso de las Hordas Orcas, pero se cree que más bien se refiere a clases y no a clanes en sí. Al final, formaron el Concejo de la Sombra.
Searing Blade: un clan formado posterior a la fundación de Durotar. Hermanos de la secta Burning Blade, es meramente otro grupo que desea desestabilizar el mando de Thrall. Leal al Concejo de la Sombras. Su líder es el sátiro Bazzalan.
El Ejército de Sythegore: se le conoció así a la división de raiders de lobos formada por Blackhand durante la Primera Guerra. Doomhammer lo disolvió por temor a un golpe de estado, pero Thrall lo refundó como la unidad de Raiders, formada exclusivamente por guerreros del clan Frostwolf.
Edades de Orco
Edad adulta: 20 años
Edad media: 40 años
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Re: Los orcos
Historia
Los orcos de Draenor habían vivido en una sociedad shamanistica, vagando en tribus por los prados de Nagrand en su mundo polvoriento de Draenor, por más de 5.000 años. Vivieron en paz con los ogros y los draenei. Sin embargo, hace unos 80 años, Ner’zhul un shamán respetado, en su ambición por el poder, pactó con el Señor de los Demonios Kil’jaeden. A cambio de su servicio a la legión ardiente, Ner’zhul y todos los orcos recibirían la energía necesaria para conquistar nuevas y extensas tierras. Para obtener esta energía, los orcos necesitarían primero beber de la sangre de Mannoroth el Destructor, poderoso Señor del Foso de la Legión Ardiente.
Grom Hellscream fue uno de los primeros en beber, y convenció fácilmente a los otros caciques y a sus clanes que siguieran el juego.
Con las nuevas energías demoníacas los antiguos orcos, y luego la raza entera fueron corrompidos lentamente en el actuar violento de los clanes que serían forjados más adelante en la Horda. Sobre las décadas próximas los draenei y muchas otras razas indigenas de Draenor fueron destruidos casi completamente. Devorados totalmente por su sed de sangre y sin nuevos enemigos para luchar, muchos clanes orcos comenzaron a luchar entre sí.
Las rivalidades pequeñas se aumentarían en verdaderas batallas de sed de sangre, y el caos caería sobre la sociedad orca Los pocos draeneis restantes se aprovecharon de esto y comenzaron una campaña de guerrilla que continúa hasta este día. En medio de este caos, durante 10 años Gul’dan comenzó su aprendizaje bajo las enseñanzas del brujo Ner’zhul.
Unos veinte años más tarde, Ner’zhul, queriendo no ver como su raza se destruía, traicionó a Kil’jaeden y separado toda la comunicación con el demonio. Kil’jaeden juró venganza contra Ner’zhul, y dio vuelta a su atención a Gul’dan, que había sobrepasado a Ner’zhul en poder. Gul’dan que le importaba poco la Horda, acordó fácilmente en seguir a Kil’jaeden a cambio de aún más poder. Kil’jaeden enseñó a Gul’dan cómo proyectarse en el eter y hablar con los muertos.
Gul’dan recolectó a todos los brujos que compartían el deseo por el poder y procuraron el conocimiento de comunicarse con los muertos. Los que fallaron no sobrevivieron. Los pocos brujos que sobrevivieron formaron filas iniciales del consejo de la sombra. Con la manipulación cuidadosa y las maquinaciones intrincadas, el consejo de la sombra se instauró como el cuerpo predominante de la Horda, con los jefes de los clanes debajo de sus pulgares. El consejo de la sombra pacificó a los clanes con la promesa de tierras nuevas que conquistar en los mundos con excepción de Draenor. Gul’dan y sus brujos comenzaron a sondear el eter, desesperadamente buscando mundos nuevos al alcance de la mano para que la Horda los conquistase antes de que la sed de sangre de los clanes estallara más allá de su control. Gul’dan también fundó las escuelas de Necromancia para ampliar la magia demoníaca nueva a aún más orcos.
Una noche, una entidad extremadamente poderosa tocó los pensamientos de muchos brujos orcos. Gul’dan buscó el consejo de Kil’jaeden en cuanto a lo que pudo ser esta nueva presencia. Pero el propio Kil’jaeden temía a esta entidad. Esto podría convertirse en una poderosa herramienta si Gul’dan reestablecía contacto con él. Unas semanas más tarde, Gul’dan establecía comunicación con Medivh, un hechicero en un diminuto mundo distante. Gul’dan procuró sondear los pensamientos de este Medivh, pero la mente de Medivh se movía lejos y demasiado rápido para que Gul’dan discierna mucho de cualquier asunto. Gul’dan sabía con certeza que Medivh procuraba lo mismo, y no queriendo que Medivh ganara una ventaja, rompió el contacto rápidamente.
Semanas más adelante, Medivh volvió a los sueños de los brujos en Draenor, y presentó imágenes de la tierra de Azeroth. El consejo de la sombra, a pesar de las intenciones verdaderas de Medivh, decidió pulsar un negocio para hacer que Medivh llevara la Horda a Azeroth de alguna manera. Esos brujos que no eran miembros del consejo, pero también habían participado en la visión, fueron matados para permitir que la Horda sea preparada correctamente para una nueva invasión. Las semanas pasaron sin palabra adicional de Medivh. Algunos miembros del consejo creyeron que Medivh los engañaba. Pero entonces, un día, la grieta apareció.
En un cierto plazo y tras mucho esfuerzo los brujos de los orcos pudieron ampliar la grieta lo suficiente para permitir que los orcos pasaran a través de ella. Aunque sus primeros exploradores eran conducidos enojados, o al lado de la grieta mismo o por lo que habían visto los exploradores, el consejo podía confirmar que era el mundo que Medivh había mostrado. Un contingente pequeño de orcos fue enviado a través de la grieta una vez estabilizada, ahora conocida como el Portal oscuro, como exploradores y para construir una base de operaciones. La precaución impulsada por el consejo de la sombra cayó en oídos sordos cuando los caciques del clan vieron cómo aparentemente eran de débiles los seres humanos nativos del área. La sed de sangre pronto superó a la Horda, y lanzaron una invasión hacia el establecimiento más grande de los seres humanos en el área, el reino de Stormwind. Conducidos por Cho’gall del Twilight`s Hammer clan y del Killrogg Deadeye del Bleeding Hollow Clan, este ataque terminó en una derrota de humillación para la Horda. Ambos caciques culparon el desastre en el otro, y la Horda se polarizó en dos facciones. El consejo de la sombra procuró juntar a la Horda, pero no podría actuar directamente, así que eligieron un avatar para actuar como su marioneta: Blackhand el Destructor fue nombrado Warchief de toda la Horda.
Debajo del puño de hierro de Blackhand, la orden fue restaurada. Mientras esto acontecía Medivh contactó nuevamente con Gul’dan. Medivh parecía tener aún más poder, pero estar menos sano. Medivh pidió a Gul’dan que la Horda destruya el reino de Stormwind. Gul’dan rechazó inicialmente la oferta de Medivh; después de todo, la Horda tenía un nuevo blanco – y la utilidad de Medivh, a los ojos de Gul’dan, había pasado. Desesperado para ver sus planes tener éxito, Medivh tentó a Gul’dan prometiendo revelar la localización de la tumba de Sargeras, el Señor de la Legión Ardiente.
Los orcos de Draenor habían vivido en una sociedad shamanistica, vagando en tribus por los prados de Nagrand en su mundo polvoriento de Draenor, por más de 5.000 años. Vivieron en paz con los ogros y los draenei. Sin embargo, hace unos 80 años, Ner’zhul un shamán respetado, en su ambición por el poder, pactó con el Señor de los Demonios Kil’jaeden. A cambio de su servicio a la legión ardiente, Ner’zhul y todos los orcos recibirían la energía necesaria para conquistar nuevas y extensas tierras. Para obtener esta energía, los orcos necesitarían primero beber de la sangre de Mannoroth el Destructor, poderoso Señor del Foso de la Legión Ardiente.
Grom Hellscream fue uno de los primeros en beber, y convenció fácilmente a los otros caciques y a sus clanes que siguieran el juego.
Con las nuevas energías demoníacas los antiguos orcos, y luego la raza entera fueron corrompidos lentamente en el actuar violento de los clanes que serían forjados más adelante en la Horda. Sobre las décadas próximas los draenei y muchas otras razas indigenas de Draenor fueron destruidos casi completamente. Devorados totalmente por su sed de sangre y sin nuevos enemigos para luchar, muchos clanes orcos comenzaron a luchar entre sí.
Las rivalidades pequeñas se aumentarían en verdaderas batallas de sed de sangre, y el caos caería sobre la sociedad orca Los pocos draeneis restantes se aprovecharon de esto y comenzaron una campaña de guerrilla que continúa hasta este día. En medio de este caos, durante 10 años Gul’dan comenzó su aprendizaje bajo las enseñanzas del brujo Ner’zhul.
Unos veinte años más tarde, Ner’zhul, queriendo no ver como su raza se destruía, traicionó a Kil’jaeden y separado toda la comunicación con el demonio. Kil’jaeden juró venganza contra Ner’zhul, y dio vuelta a su atención a Gul’dan, que había sobrepasado a Ner’zhul en poder. Gul’dan que le importaba poco la Horda, acordó fácilmente en seguir a Kil’jaeden a cambio de aún más poder. Kil’jaeden enseñó a Gul’dan cómo proyectarse en el eter y hablar con los muertos.
Gul’dan recolectó a todos los brujos que compartían el deseo por el poder y procuraron el conocimiento de comunicarse con los muertos. Los que fallaron no sobrevivieron. Los pocos brujos que sobrevivieron formaron filas iniciales del consejo de la sombra. Con la manipulación cuidadosa y las maquinaciones intrincadas, el consejo de la sombra se instauró como el cuerpo predominante de la Horda, con los jefes de los clanes debajo de sus pulgares. El consejo de la sombra pacificó a los clanes con la promesa de tierras nuevas que conquistar en los mundos con excepción de Draenor. Gul’dan y sus brujos comenzaron a sondear el eter, desesperadamente buscando mundos nuevos al alcance de la mano para que la Horda los conquistase antes de que la sed de sangre de los clanes estallara más allá de su control. Gul’dan también fundó las escuelas de Necromancia para ampliar la magia demoníaca nueva a aún más orcos.
Una noche, una entidad extremadamente poderosa tocó los pensamientos de muchos brujos orcos. Gul’dan buscó el consejo de Kil’jaeden en cuanto a lo que pudo ser esta nueva presencia. Pero el propio Kil’jaeden temía a esta entidad. Esto podría convertirse en una poderosa herramienta si Gul’dan reestablecía contacto con él. Unas semanas más tarde, Gul’dan establecía comunicación con Medivh, un hechicero en un diminuto mundo distante. Gul’dan procuró sondear los pensamientos de este Medivh, pero la mente de Medivh se movía lejos y demasiado rápido para que Gul’dan discierna mucho de cualquier asunto. Gul’dan sabía con certeza que Medivh procuraba lo mismo, y no queriendo que Medivh ganara una ventaja, rompió el contacto rápidamente.
Semanas más adelante, Medivh volvió a los sueños de los brujos en Draenor, y presentó imágenes de la tierra de Azeroth. El consejo de la sombra, a pesar de las intenciones verdaderas de Medivh, decidió pulsar un negocio para hacer que Medivh llevara la Horda a Azeroth de alguna manera. Esos brujos que no eran miembros del consejo, pero también habían participado en la visión, fueron matados para permitir que la Horda sea preparada correctamente para una nueva invasión. Las semanas pasaron sin palabra adicional de Medivh. Algunos miembros del consejo creyeron que Medivh los engañaba. Pero entonces, un día, la grieta apareció.
En un cierto plazo y tras mucho esfuerzo los brujos de los orcos pudieron ampliar la grieta lo suficiente para permitir que los orcos pasaran a través de ella. Aunque sus primeros exploradores eran conducidos enojados, o al lado de la grieta mismo o por lo que habían visto los exploradores, el consejo podía confirmar que era el mundo que Medivh había mostrado. Un contingente pequeño de orcos fue enviado a través de la grieta una vez estabilizada, ahora conocida como el Portal oscuro, como exploradores y para construir una base de operaciones. La precaución impulsada por el consejo de la sombra cayó en oídos sordos cuando los caciques del clan vieron cómo aparentemente eran de débiles los seres humanos nativos del área. La sed de sangre pronto superó a la Horda, y lanzaron una invasión hacia el establecimiento más grande de los seres humanos en el área, el reino de Stormwind. Conducidos por Cho’gall del Twilight`s Hammer clan y del Killrogg Deadeye del Bleeding Hollow Clan, este ataque terminó en una derrota de humillación para la Horda. Ambos caciques culparon el desastre en el otro, y la Horda se polarizó en dos facciones. El consejo de la sombra procuró juntar a la Horda, pero no podría actuar directamente, así que eligieron un avatar para actuar como su marioneta: Blackhand el Destructor fue nombrado Warchief de toda la Horda.
Debajo del puño de hierro de Blackhand, la orden fue restaurada. Mientras esto acontecía Medivh contactó nuevamente con Gul’dan. Medivh parecía tener aún más poder, pero estar menos sano. Medivh pidió a Gul’dan que la Horda destruya el reino de Stormwind. Gul’dan rechazó inicialmente la oferta de Medivh; después de todo, la Horda tenía un nuevo blanco – y la utilidad de Medivh, a los ojos de Gul’dan, había pasado. Desesperado para ver sus planes tener éxito, Medivh tentó a Gul’dan prometiendo revelar la localización de la tumba de Sargeras, el Señor de la Legión Ardiente.
- thatsumaru
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Re: Los orcos
Y así comenzó la primera guerra entre la Horda y los seres humanos de Azeroth, terminando con la destrucción del reino de Stormwind. Cerca del principio de la guerra, el clan de Frostwolf, el único clan de los orcos que rechazaron los regalos demoníacos de Kil’jaeden, fue exiliado a Azeroth y las fuerzas de Gul’dan asesinaron a su líder Durotan como advertencia. Los Frostwolves, sin guía, huyeron a las montañas norteñas. Hacia el final de la guerra, operación fue lanzada por los seres humanos para matar al traidor Medivh. Mientras que Medivh fue asaltado, Gul’dan sentía las ondas psíquicas de este, y aprovechó la ocasión para obtener la energía de Sargeras que estaba a punto de escurrírsele de las manos. Él se incorporó a la mente de Medivh, y procurando robar la localización de la tumba de Sargeras de la mente de Medivh, lo distrajo de su estado. Era en este momento que Medivh murió. Gul’dan, estando en su mente a la hora de la muerte, fue lanzado en un coma.
Cuando se despertó, Gul’dan vio un cambio importante en el poder de la Horda. Blackhand el Destructor había sido derrocado por Orgrim Doomhammer después de que él hubiera descubierto el papel de Blackhand en la muerte de Durotan. Doomhammer no era tan fácil de manipular como Blackhand había sido, y descubrió rápidamente la presencia del consejo de la sombra en los asuntos de los orcos. Él eliminó totalmente al consejo por el cargo de traición. Gul’dan sobrevivió solamente por lealtad “que juraba” a Doomhammer, y prometiendo proporcionar un ejército extenso de muertos para el uso de la Horda. Formó al clan de Stormreaver y comenzó el proceso de re-animar los cadáveres de caballeros caídos con los espíritus de los miembros caídos del consejo de la sombra.
Estos nuevos caballeros de la muerte, junto con otros avances (tales como la captura de la reina roja de los dragones), dieron a la Horda bastante fuerza para avanzar constantemente al norte, a pesar de hacer frente a la fuerza de la alianza sin precedente de todas las naciones humanas (Lordaeron, Stromgarde, Kul Tiras, Gilneas, Alterac y las fuerzas mágicas de Dalaran). La nación élfica de Quel’Thalas ayudó a la alianza, y después de tomar sus tierras queridas de Khaz Modan, los enanos y los gnomos se lanzaron al combate también. La traición de Alterac a la alianza parecía ser un golpe de gracia – pero antes de que la victoria de los orcos fuera concluida, la Horda sufrió una traición en sus propias filas.
Gul’dan convenció Cho’gall del clan Twilight`s Hammmer de que él conocía la localización de la tumba de Sargeras. Junto con el clan de Stormreaver, abandonaron sus posiciones y fueron a buscar las energías del demonio para sus propios fines. Esta pérdida trajo para la Horda que casi su campaña muriese en el umbral de Lordaeron. Doomhammer, furioso con la insubordinación en una hora tan crítica, separó muchos hombres de su Horda para machacar ambos clanes y a sus líderes. Esto permitió que las fuerzas de la alianza reunieran y machacaran a la Horda. Con la destrucción del Portal oscuro la segunda guerra terminó. Aunque un número de hombres de gran poder en el reino de Lordaeron deseaban que los orcos se ejecutaran, el rey Terenas no hizo caso de ellos y los hizo poner en campos de internación con las esperanzas de que los orcos una vez que perdieran su sed de sangre se ensamblaran a la alianza. Allí, cortada su fuente demoníaca y sin manera de llenar su fuerza, los orcos languidecieron y se deslizaron eventualmente en un letargo.
Treinta o tantos años después de la segunda guerra, el hijo de Durotan, nombrado Thrall, escapaba de un humano cruel, Blackmoore, en el campo de internación de Durnholde y se dirigió a encontrar el resto de su gente. En sus recorridos encontró a Grom Hellscream, que junto con su clan de Warsong había estado oculto hacia las afueras en las tierras de Azeroth, esperando otra ocasión para la re-conquista. Thrall entabló una amistad con Grom, y resolvió encontrar a Orgrim Doomhammer, que se había escapado de la prisión de los seres humanos varios años antes. De Doomhammer él aprendió sobre su padre y el clan de Frostwolf, y la traición del consejo de la sombra hacia su padre. Después de conocer esto, Thrall se asentó en el fuerte exiliado del clan Frostwolf, donde aprendió de su shaman sobre la herencia noble de los orcos y cómo habían sido corrompidos por los demonios. Thrall juró liberar a su gente de todas las cadenas que los limitaban, y emprendió el camino del shaman. Junto con Grom y Doomhammer, Thrall lanzó con éxito un ataque tras otro ataque contra los campos de la internación para liberar los orcos prisioneros. Era difícil recuperar a los orcos de su letargo, pero Thrall podía probarles a ellos que su destino no estaba todavía terminado, y reunio detrás suyo nuevamente a los clanes, como su nuevo Warchief . Desafortunadamente e irónico, durante el ataque contra Durnholde, el campo donde él estuvo internado, Doomhammer fue muerto.
En tributo al orco feroz y orgulloso, Thrall puso la armadura negra y el martillo de Doomhammer como tributo y recuerdo del cautiverio.
Thrall sabía que las naciones humanas no estarían paradas y ociosas, y que estando cerca no dejarían reagrupar a la Horda. Afortunadamente para Thrall, un profeta apareció bajo la forma de un cuervo y le aconsejó dejar Azeroth por la tierra distante de Kalimdor. Thrall, no teniendo ningúna alternativa mejor, capturó algunas naves humanas y fijó velas hacia la tierra nueva, tomando todos sus orcos de Lordaeron. Durante el viaje, los orcos ayudaron a una tribu de trolls a escaparse de su isla que se hundía. Los trolls de Darkspear estaban inmensamente agradecidos por la ayuda de Thrall y juraron lealtad a la nueva Horda.
Con la gran batalla del monte Hyjal y la amenaza inmediata, Thrall encontró la nueva patria de los orcos en Kalimdor. Él nombró la tierra nueva como Durotar en honor de su padre y fundó la ciudad de Orgrimmar en honor de Orgrim Doomhammer. Con los aliados, tauren y la ayuda de los sobrevivientes de Lordaeron bajo el mando de Jaina Proudmoore, él pudo construir rápidamente la ciudad. El padre de Jaina, el Almirante Daelin Proudmoore, llega en Kalimdor (él se va antes de que la guerra hubiera terminado para buscar cualquier fuerza de sobrevivientes) lanza un ataque contra la nueva nación orca. Durante el asalto inicial, los trolls de Darkspear perdieron su nuevo hogar en las islas Echo y por eso, con la ayuda del mitad-orco Rexxar el Mok-Nathal, vinieron vivir con los orcs en Durotar. El doctor Vol’jin prometió nuevamente lealtad eterna de la tribu a la Horda.
Thrall, no sabiendo qué seres humanos lo habían atacado, sospecho inicialmente de las fuerzas de Jaina, pero su lealtad fue probada cuando ayudaron a los orcos a destruir las fuerzas invasoras del Almirante Proudmoore. Desafortunadamente, el hecho de todos modos, destruyó irrevocablemente las buenas relaciones anteriores entre Theramore y Durotar (Jaina, sin embargo, no abrigaba mala voluntad en sus actos).
Primera guerra
La primera guerra entre los orcos y los seres humanos comenzó después de la llegada a Azeroth de los clanes de los orcos de Draenor. El reino humano de Azeroth fue destruido totalmente, sus sobrevivientes fueron forzados a huir a Lordaeron.
Cronología
Las batallas iniciales no van bien para la Horda. Contando con una victoria fácil contra un opositor débil, la Horda acomete para asaltar la fortaleza de Stormwind, sólo para sufrir una derrota de proporciones catastróficas. Pocos orcos sobreviven la batalla inicial.
Gul’dan invoca magia de la sombra para envolver con una niebla que ciega. La niebla obscurece la retirada de los orcos sobrevivientes y evita que las fuerzas humanas los persigan.
La Horda es humillada por su derrota inesperada, y las tribus comienzan rápidamente a agitarse. El caos sobreviene, con las facciones culpándose por la derrota.
Gul’ dan manipula a un dictador despiadado poniendolo sobre el trono del Warchief. Conocido como Blackhand el Destructor, el nuevo Warchief reúne las tribus detrás suyo otra vez y las prepara para un nuevo asalto en Azeroth. La Horda comienza a atacar establecimientos humanos periféricos cerca de Morass.
Medivh envía a Gul’ dan otra visión, embriagandolo con las imágenes de la tumba de Sargeras y de la energía que contiene.
La Horda ataca en Azeroth otra vez, diezmando ciudades y aldeas y pillando todo en su trayectoria. Las ciudades de la aldea de Sunnyglade, de Goldshire, y de Moonbrook se destruyen.
Durotan, cacique del clan Frostwolf, es emboscado y matado por los orcos rivales. Los asesinos dejan al de Durotan con los muertos, pero el orco joven es descubierto y llevado rápidamente por una banda de seres humanos bajo el comando de Aedelas Blackmoore. Lo toman como esclavo.
El Señor Anduin Lothar es informado de la traición de Medivh. Conduce una pequeña banda de guerreros a la torre de Medivh y enfrenta al mago. Lothar mata el cuerpo de Medivh y destruye el espíritu de Sargeras. Sin embargo el espíritu de Medivh escapa.
Blackhand el Destructor es traicionado y matado por Orgrim Doomhammer. Doomhammer substituye a Blackhand como Warchief de la Horda.
Las resistencia de Stormwind ante la fuerza completa de la Horda se resiente. Durante la batalla, una asesina de Gul`Dan mitad orca, Garona, mata al rey Llane.
Los espías leales a Orgrim Doomhammer capturan y torturan a Garona. En agonía, ella revela la existencia del consejo de la sombra y los dirige a la localización de los brujos, cerca de las ruinas de Stormwind.
Doomhammer envía sus wolfriders de élite a las ruinas. Matan o ejecutan a la mayor parte de los brujos de Gul`dan y dispersan a los miembros restantes del consejo de la sombra. Las súplicas de de Gul’Dan por misericordia y las ofertas de sumisión hacen que Doomhammer le conceda misericordia.
El Señor Anduin Lothar declara que el reino de Azeroth se ha perdido. Reúne a sus paisanos y los conduce en una retirada desesperada a través del gran mar, desembarcando sobre las orillas de Lordaeron.
Cuando se despertó, Gul’dan vio un cambio importante en el poder de la Horda. Blackhand el Destructor había sido derrocado por Orgrim Doomhammer después de que él hubiera descubierto el papel de Blackhand en la muerte de Durotan. Doomhammer no era tan fácil de manipular como Blackhand había sido, y descubrió rápidamente la presencia del consejo de la sombra en los asuntos de los orcos. Él eliminó totalmente al consejo por el cargo de traición. Gul’dan sobrevivió solamente por lealtad “que juraba” a Doomhammer, y prometiendo proporcionar un ejército extenso de muertos para el uso de la Horda. Formó al clan de Stormreaver y comenzó el proceso de re-animar los cadáveres de caballeros caídos con los espíritus de los miembros caídos del consejo de la sombra.
Estos nuevos caballeros de la muerte, junto con otros avances (tales como la captura de la reina roja de los dragones), dieron a la Horda bastante fuerza para avanzar constantemente al norte, a pesar de hacer frente a la fuerza de la alianza sin precedente de todas las naciones humanas (Lordaeron, Stromgarde, Kul Tiras, Gilneas, Alterac y las fuerzas mágicas de Dalaran). La nación élfica de Quel’Thalas ayudó a la alianza, y después de tomar sus tierras queridas de Khaz Modan, los enanos y los gnomos se lanzaron al combate también. La traición de Alterac a la alianza parecía ser un golpe de gracia – pero antes de que la victoria de los orcos fuera concluida, la Horda sufrió una traición en sus propias filas.
Gul’dan convenció Cho’gall del clan Twilight`s Hammmer de que él conocía la localización de la tumba de Sargeras. Junto con el clan de Stormreaver, abandonaron sus posiciones y fueron a buscar las energías del demonio para sus propios fines. Esta pérdida trajo para la Horda que casi su campaña muriese en el umbral de Lordaeron. Doomhammer, furioso con la insubordinación en una hora tan crítica, separó muchos hombres de su Horda para machacar ambos clanes y a sus líderes. Esto permitió que las fuerzas de la alianza reunieran y machacaran a la Horda. Con la destrucción del Portal oscuro la segunda guerra terminó. Aunque un número de hombres de gran poder en el reino de Lordaeron deseaban que los orcos se ejecutaran, el rey Terenas no hizo caso de ellos y los hizo poner en campos de internación con las esperanzas de que los orcos una vez que perdieran su sed de sangre se ensamblaran a la alianza. Allí, cortada su fuente demoníaca y sin manera de llenar su fuerza, los orcos languidecieron y se deslizaron eventualmente en un letargo.
Treinta o tantos años después de la segunda guerra, el hijo de Durotan, nombrado Thrall, escapaba de un humano cruel, Blackmoore, en el campo de internación de Durnholde y se dirigió a encontrar el resto de su gente. En sus recorridos encontró a Grom Hellscream, que junto con su clan de Warsong había estado oculto hacia las afueras en las tierras de Azeroth, esperando otra ocasión para la re-conquista. Thrall entabló una amistad con Grom, y resolvió encontrar a Orgrim Doomhammer, que se había escapado de la prisión de los seres humanos varios años antes. De Doomhammer él aprendió sobre su padre y el clan de Frostwolf, y la traición del consejo de la sombra hacia su padre. Después de conocer esto, Thrall se asentó en el fuerte exiliado del clan Frostwolf, donde aprendió de su shaman sobre la herencia noble de los orcos y cómo habían sido corrompidos por los demonios. Thrall juró liberar a su gente de todas las cadenas que los limitaban, y emprendió el camino del shaman. Junto con Grom y Doomhammer, Thrall lanzó con éxito un ataque tras otro ataque contra los campos de la internación para liberar los orcos prisioneros. Era difícil recuperar a los orcos de su letargo, pero Thrall podía probarles a ellos que su destino no estaba todavía terminado, y reunio detrás suyo nuevamente a los clanes, como su nuevo Warchief . Desafortunadamente e irónico, durante el ataque contra Durnholde, el campo donde él estuvo internado, Doomhammer fue muerto.
En tributo al orco feroz y orgulloso, Thrall puso la armadura negra y el martillo de Doomhammer como tributo y recuerdo del cautiverio.
Thrall sabía que las naciones humanas no estarían paradas y ociosas, y que estando cerca no dejarían reagrupar a la Horda. Afortunadamente para Thrall, un profeta apareció bajo la forma de un cuervo y le aconsejó dejar Azeroth por la tierra distante de Kalimdor. Thrall, no teniendo ningúna alternativa mejor, capturó algunas naves humanas y fijó velas hacia la tierra nueva, tomando todos sus orcos de Lordaeron. Durante el viaje, los orcos ayudaron a una tribu de trolls a escaparse de su isla que se hundía. Los trolls de Darkspear estaban inmensamente agradecidos por la ayuda de Thrall y juraron lealtad a la nueva Horda.
Con la gran batalla del monte Hyjal y la amenaza inmediata, Thrall encontró la nueva patria de los orcos en Kalimdor. Él nombró la tierra nueva como Durotar en honor de su padre y fundó la ciudad de Orgrimmar en honor de Orgrim Doomhammer. Con los aliados, tauren y la ayuda de los sobrevivientes de Lordaeron bajo el mando de Jaina Proudmoore, él pudo construir rápidamente la ciudad. El padre de Jaina, el Almirante Daelin Proudmoore, llega en Kalimdor (él se va antes de que la guerra hubiera terminado para buscar cualquier fuerza de sobrevivientes) lanza un ataque contra la nueva nación orca. Durante el asalto inicial, los trolls de Darkspear perdieron su nuevo hogar en las islas Echo y por eso, con la ayuda del mitad-orco Rexxar el Mok-Nathal, vinieron vivir con los orcs en Durotar. El doctor Vol’jin prometió nuevamente lealtad eterna de la tribu a la Horda.
Thrall, no sabiendo qué seres humanos lo habían atacado, sospecho inicialmente de las fuerzas de Jaina, pero su lealtad fue probada cuando ayudaron a los orcos a destruir las fuerzas invasoras del Almirante Proudmoore. Desafortunadamente, el hecho de todos modos, destruyó irrevocablemente las buenas relaciones anteriores entre Theramore y Durotar (Jaina, sin embargo, no abrigaba mala voluntad en sus actos).
Primera guerra
La primera guerra entre los orcos y los seres humanos comenzó después de la llegada a Azeroth de los clanes de los orcos de Draenor. El reino humano de Azeroth fue destruido totalmente, sus sobrevivientes fueron forzados a huir a Lordaeron.
Cronología
Las batallas iniciales no van bien para la Horda. Contando con una victoria fácil contra un opositor débil, la Horda acomete para asaltar la fortaleza de Stormwind, sólo para sufrir una derrota de proporciones catastróficas. Pocos orcos sobreviven la batalla inicial.
Gul’dan invoca magia de la sombra para envolver con una niebla que ciega. La niebla obscurece la retirada de los orcos sobrevivientes y evita que las fuerzas humanas los persigan.
La Horda es humillada por su derrota inesperada, y las tribus comienzan rápidamente a agitarse. El caos sobreviene, con las facciones culpándose por la derrota.
Gul’ dan manipula a un dictador despiadado poniendolo sobre el trono del Warchief. Conocido como Blackhand el Destructor, el nuevo Warchief reúne las tribus detrás suyo otra vez y las prepara para un nuevo asalto en Azeroth. La Horda comienza a atacar establecimientos humanos periféricos cerca de Morass.
Medivh envía a Gul’ dan otra visión, embriagandolo con las imágenes de la tumba de Sargeras y de la energía que contiene.
La Horda ataca en Azeroth otra vez, diezmando ciudades y aldeas y pillando todo en su trayectoria. Las ciudades de la aldea de Sunnyglade, de Goldshire, y de Moonbrook se destruyen.
Durotan, cacique del clan Frostwolf, es emboscado y matado por los orcos rivales. Los asesinos dejan al de Durotan con los muertos, pero el orco joven es descubierto y llevado rápidamente por una banda de seres humanos bajo el comando de Aedelas Blackmoore. Lo toman como esclavo.
El Señor Anduin Lothar es informado de la traición de Medivh. Conduce una pequeña banda de guerreros a la torre de Medivh y enfrenta al mago. Lothar mata el cuerpo de Medivh y destruye el espíritu de Sargeras. Sin embargo el espíritu de Medivh escapa.
Blackhand el Destructor es traicionado y matado por Orgrim Doomhammer. Doomhammer substituye a Blackhand como Warchief de la Horda.
Las resistencia de Stormwind ante la fuerza completa de la Horda se resiente. Durante la batalla, una asesina de Gul`Dan mitad orca, Garona, mata al rey Llane.
Los espías leales a Orgrim Doomhammer capturan y torturan a Garona. En agonía, ella revela la existencia del consejo de la sombra y los dirige a la localización de los brujos, cerca de las ruinas de Stormwind.
Doomhammer envía sus wolfriders de élite a las ruinas. Matan o ejecutan a la mayor parte de los brujos de Gul`dan y dispersan a los miembros restantes del consejo de la sombra. Las súplicas de de Gul’Dan por misericordia y las ofertas de sumisión hacen que Doomhammer le conceda misericordia.
El Señor Anduin Lothar declara que el reino de Azeroth se ha perdido. Reúne a sus paisanos y los conduce en una retirada desesperada a través del gran mar, desembarcando sobre las orillas de Lordaeron.
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Re: Los orcos
Segunda guerra
La segunda guerra era un conflicto entre la alianza de Lordaeron y la vieja Horda, engulliendo todas las tierras de los reinos del este, y terminando con la victoria para la alianza.
Preludio a la guerra
El rojo indica el territorio de la Horda, el azul indica el territorio de la alianza, y el amarillo indica el territorio neutral
Después de los acontecimientos de la primera guerra, los sobrevivientes de Stormwind conducidos por Anduin Lothar llegaron al reino norteño de Lordaeron a suplicar la ayuda de rey Terenas Menethil II. Después del discurso apasionado de Lothar, Terenas llama a un consejo de emergencia de guerra para discutir la amenaza de los orcos. Mientras tanto, la Horda de orcos pilla la ciudad de Stormwind y los alrededores, destruyendo con eficacia todo el sur humano y dejando las estepas ardiendo.
En los años entre la derrota del reino de Stormwind y del brote de la segunda guerra, puede asumirse solamente que la Horda y la alianza pasaron por reformas masivas y comenzaron a acumular fuerzas militares enormes con el objetivo de la pronta de guerra.
El Rey Terenas, con un maniobrar político experto, enlistó en la ayuda a los reinos humanos de Gilneas, de Stromgarde, de Dalaran, de Alterac, y de Kul Tiras. También manejó ganar la lealtad de los enanos de Bronzebeard de Ironforge, de los enanos de Wildhammer del pico de la aguilera, y de los gnomos de Gnomeregan. Los embajadores conducidos por el Señor Lothar procuraron ganar la lealtad de los altos elfos de Quel’Thalas, aunque estaban inicialmente desinteresados en el conflicto que se vivía y enviaron simplemente una miseria de sus fuerzas. Esto dio lugar a la alianza de Lordaeron.
Doomhammer tomó con éxito el control de las fuerzas restantes de la Horda y comenzó a alentar sus ejércitos devastadores con los orcos y ogros siguiéndole más allá del Portal oscuro. La Horda también ganó la ayuda de ingenieros y mercenarios goblins, y con el uso del alma del demonio pudo esclavizar al dragón rojo Alexstrasza y a la mayoría de sus crías. Es desconocida qué relación tenía la Horda con las tribus de Troll`s de Stranglethorn Vale, no obstante no ensamblaron las fuerzas con la Hora y permanecieron aparte de la segunda guerra. Sobre el despertar de su coma y al encontrarse sin aliados, Gul’dan “jura” lealtad a Doomhammer y comenienza la creación de los primeros caballeros de la muerte al servicio del Warchief.
La invasión norteña
En el 6to año después de la abertura del Portal oscuro la Horda comienza su ofensiva norteña contra las fuerzas de la alianza. La Horda lanza simultáneamente dos asaltos primarios. El primer era una ofensiva a la tierra de la montaña de Blackrock que luego se movió al norte a las tenencias enanas en Khaz Modan. El segundo era un asalto naval lanzado desde las ruinas de Stormwind, en el cual navegaron al norte tomando las islas de Zul’dare, de Tol Barad, y de Crestfall y se trató establecerlos como bases navales. Desde estos puntos alcanzados, la Horda desembarcó a tropas a lo largo de las costas de Wetlands, de las montañas de Arathi, y más importante aún en la costa meridional de Lordaeron.
El asalto de la Horda se dirigió hacia Loch Modan, empujando las fuerzas enanas y gnomas hasta Dun Morogh. La ciudad de Ironforge no fue tomada durante la segunda guerra, así que puede ser asumido que los enanos sellaron las entradas del túnel y que utilizaron el terreno natural para defenderse. Cortaron a los enanos y los gnomos del resto de la alianza, exceptuando la ayuda aérea. Después de la conquista de Loch Modan, la Horda empujó aún más al norte a las fuerzas de la alianza, tomando Algaz Dun, Modr Dun, y Grim Batol y convirtiéndolos en fortalezas para la Horda. Grim Batol se convirtió en la base primaria para la ofensiva por tierra, y también fue convertido en un criadero para el Dragonflight de dragones rojos. Las fuerzas de la alianza, sobre todo de Stromgarde, resolvieron atacar a la Horda en Thandol donde sobrevino una gran batalla.
La ofensiva naval también tuvo un gran éxito inicial. La Horda asaltó puestos avanzados meridionales tales como Southshore en Hillsbrad así como se enviaron una gran cantidad de tropas a Lordaeron. Los raiders de la Horda fueron asistidos muy probablemente por la nación de Alterac, pues las fuerzas de la Horda podían asaltar a Lordaeron a través de los llanos de Alterac e incluso hasta los bosques de Silvermoon en el noreste. Durante esta invasión, la Horda encontró a los trolls del bosque, que habían estado guernospamdo con los elfos por siglos. Agradeciendo el rescate de su líder, Zul’jin, de fuerzas mágicas, las tribus de los troll`s se aliaron con la Horda. A cambio de su juramento de servir a la Horda, se les prometió a los trolls su tierra ancestral, tomada desde hace demasiado tiempor por los altos elfos de Quel’Thalas. Alentada por estos nuevos aliados asentados en el corazón del territorio de la alianza, la Horda comenzó por atacar y quemar los bosques de la frontera de Silvermoon.
Ultrajados con el ataque contra sus fronteras, los elfos finalmente pusieron adelante el completo de sus fuerzas en el esfuerzo por la guerra. Esto incluyó el despliegue de los destructores elfos al sur a los Hinterland y a las orillas de Lordaeron. Lordaeron y Quel’Thalas convinaron en echar a la mayoría de las fuerzas de la Horda a las orillas de Hillsbrad. Con la ayuda de los elfos, la alianza podía lanzar un ataque contra Zul’dare y terminar la invasión de Lordaeron. Aunque Hillsbrad y Southshore fueron diezmados casi, las marinas de guerra de la Horda fueron derrotadas, y probablemente fueron a desembarcar a las orillas de Wetlands, de Crestfall, y de las ruinas de Stormwind.
El volver a tomar Khaz Modan
Después de la victoria en el norte, la alianza se concentró en echar su ofensiva por tierra en el borde de las montañas de Arathi en los grandes puentes del palmo de Thandol. El primer paso era volver a tomar la fortaleza de la Horda en Tol Barad para usarla como punto de abituallamiento para una invasión sobre Dun Modr, que era la base primaria para los ataques sobre el palmo de Thandol. Con la ayuda naval de Tol Barad, las fuerzas de tierra de la alianza pudieron finalmente ganar el palmo de Thandol y reclamar Dun Modr. La alianza continuó su avance hacia el sur, tomando la base en Algaz Dun. Aunque no podían tomar totalmente la fortaleza maldita de Grim Batol, rompieron con eficacia los ejércitos de la Horda y los hicieron retirarse de Khaz Modan.
Después de la derrota de las fuerzas de la Horda en Khaz Modan, sobrevino una breve pausa en el combate abierto. La Horda procuró recolectar a más tropas del sur, incluyendo los caballeros de la muerte. La alianza comenzó a dar combatir los remanentes de las fuerzas de la Horda en Lordaeron, y a tal efecto enviaron a Uther Lightbringer y sus caballeros recién formados de la mano de plata para prestar la ayuda a las víctimas de la guerra. Sin embargo, un alboroto campesino de menor importancia en la mano de Tyr condujo a un descubrimiento de un plan del señor Perenolde de Alterac, que procuraba destruir la alianza por dentro. Al conocer los planes de Alterac, las fuerzas de la alianza borraron del mapa al pequeño reino traidor.
El asalto en Blackrock Spire
A pesar de las interrupciones en el frente interno, la alianza continuada moviéndose hacia el sur, hacia Blackrock Spire. Mientras que las fuerzas de la alianza se encontraban bajas en número, agotadas, y en territorio áspero, las fuerzas de la Horda continuaban ganando refuerzos frescos con la magia de Gul’dan y más allá del Portal oscuro. Doomhammer utilizó la calma en el combate hecha por la traición de Alterac para preparar un asalto masivo que rasgaría a la fuerza de la alianza y los empujaría hasta el final de Lordaeron. Era un plan atrevido, y por la diferencia en números habría tenido éxito seguramente.
Sin embargo, en la víspera de la batalla, Gul’dan encontró finalmente la localización de la tumba de Sargeras, y traicionando a Doomhammer tomó casi la mitad de las fuerzas de la Horda en un intento por levantar la tumba del mar y demandar las energías demoníacas para si mismo. Con la Horda así, las fuerzas se debilitaron totalmente y la alianza sitio la fortaleza de Blackrock. Para romper el sitio, Doomhammer y sus seguidores habían dejado cargados fuera de Spire a Lothar y sus Paladines. Después de un duelo, Doomhammer derrota a Lothar y escapa hacia el sur. Luego de su muerte, el segundo en el comando de Lothar, el Paladin Turalyon tomó el liderazgo y persiguió la retirada de los orcos hasta su bastión pasando incluso el Portal Oscuro y persiguiendolos por el mundo de Draenor.
En desigualdad y quebradas, las fuerzas restantes de la Horda procuraron una defensa en el Portal Oscuro. Esta se ha descrito como la batalla más sangrienta de la segunda guerra, los orcos fueron derrotados, y Doomhammer mismo fue apresado y puesto en cadenas. Pronto después de eso, el mago Khadgar, flanqueado por los valientes guerreros de la alianza, destruyeron el Portal Oscuro. Con la destrucción del Portal Oscuro, la segunda guerra fue terminada.
El letargo de los orcos
Los meses pasaron, y fueron colocados cada vez más presos orcos dentro de los campos de internación. Mientras que los campos comenzaron a desbordar, la alianza fue forzada para construir nuevos campos en el sur, en las llanuras a los pies de las montañas de Alterac. Para mantener y para proveer correctamente el número creciente de campos, el rey Terenas impuso un nuevo impuesto sobre las naciones de la alianza. Este impuesto, junto con tensiones políticas crecientes sobre conflictos de frontera, creó un malestar extenso. Parecía que el frágil pacto que habían forjado las naciones humanas juntas en su hora más oscura se rompería en cualquier momento.
En medio de la agitación política, muchos de los guardias del campo comenzaron a notar un cambio inquietante en los orcos cautivos. Los esfuerzos de los orcos de escaparse de los campos o aún de luchar entre sí mismos había disminuido grandemente. Los orcos se convertían cada vez más a un letargo pasivo. Aunque era difícil de creer, los orcos – tenidos una vez como la raza más agresiva jamás vista en Azeroth – habían perdido totalmente su voluntad para luchar. El extraño letargo confundió a los líderes de la alianza y continuó tomando fuerza en los orcos rápidamente, debilitándolos.
Algunos especularon que una cierta enfermedad extraña, contraíble solamente por los orcos, era la causante del letargo incomprensible. Pero el Archimago Antonidas de Dalaran planteó una hipótesis diferente. Investigando lo poco que él podría encontrar de la historia de los orcos, Antonidas aprendió que los orcos habían estado bajo la influencia de la energía demoníaca por generaciones. En la misma especuló que los orcos habían sido corrompidos por estas energías incluso antes de su primera invasión a Azeroth. Claramente, los demonios tenían claveteada la sangre de los orcos, y alternadamente habían concedido la fuerza bruta, resistencia, y la agresión salvaje aumentadas más allá de lo normal.
Antonidas teorizó que el letargo comunal de los orcos no era realmente una enfermedad, pero si una consecuencia del retiro de las magias raciales brindadas por los brujos y que los había hecho temibles: los guerreros sedientos de sangre. Aunque los síntomas estaban claros, Antonidas no podía encontrar una curación para la actual condición de los orcos. Entonces también, muchos de sus magos, así como algunos líderes notables de la alianza, discutieron eso y concluyeron que encontrar una cura para los orcos serían una empresa imprudente. Concordaron que la condición misteriosa de los orcos, debería ser curada espiritualmente.
La segunda guerra era un conflicto entre la alianza de Lordaeron y la vieja Horda, engulliendo todas las tierras de los reinos del este, y terminando con la victoria para la alianza.
Preludio a la guerra
El rojo indica el territorio de la Horda, el azul indica el territorio de la alianza, y el amarillo indica el territorio neutral
Después de los acontecimientos de la primera guerra, los sobrevivientes de Stormwind conducidos por Anduin Lothar llegaron al reino norteño de Lordaeron a suplicar la ayuda de rey Terenas Menethil II. Después del discurso apasionado de Lothar, Terenas llama a un consejo de emergencia de guerra para discutir la amenaza de los orcos. Mientras tanto, la Horda de orcos pilla la ciudad de Stormwind y los alrededores, destruyendo con eficacia todo el sur humano y dejando las estepas ardiendo.
En los años entre la derrota del reino de Stormwind y del brote de la segunda guerra, puede asumirse solamente que la Horda y la alianza pasaron por reformas masivas y comenzaron a acumular fuerzas militares enormes con el objetivo de la pronta de guerra.
El Rey Terenas, con un maniobrar político experto, enlistó en la ayuda a los reinos humanos de Gilneas, de Stromgarde, de Dalaran, de Alterac, y de Kul Tiras. También manejó ganar la lealtad de los enanos de Bronzebeard de Ironforge, de los enanos de Wildhammer del pico de la aguilera, y de los gnomos de Gnomeregan. Los embajadores conducidos por el Señor Lothar procuraron ganar la lealtad de los altos elfos de Quel’Thalas, aunque estaban inicialmente desinteresados en el conflicto que se vivía y enviaron simplemente una miseria de sus fuerzas. Esto dio lugar a la alianza de Lordaeron.
Doomhammer tomó con éxito el control de las fuerzas restantes de la Horda y comenzó a alentar sus ejércitos devastadores con los orcos y ogros siguiéndole más allá del Portal oscuro. La Horda también ganó la ayuda de ingenieros y mercenarios goblins, y con el uso del alma del demonio pudo esclavizar al dragón rojo Alexstrasza y a la mayoría de sus crías. Es desconocida qué relación tenía la Horda con las tribus de Troll`s de Stranglethorn Vale, no obstante no ensamblaron las fuerzas con la Hora y permanecieron aparte de la segunda guerra. Sobre el despertar de su coma y al encontrarse sin aliados, Gul’dan “jura” lealtad a Doomhammer y comenienza la creación de los primeros caballeros de la muerte al servicio del Warchief.
La invasión norteña
En el 6to año después de la abertura del Portal oscuro la Horda comienza su ofensiva norteña contra las fuerzas de la alianza. La Horda lanza simultáneamente dos asaltos primarios. El primer era una ofensiva a la tierra de la montaña de Blackrock que luego se movió al norte a las tenencias enanas en Khaz Modan. El segundo era un asalto naval lanzado desde las ruinas de Stormwind, en el cual navegaron al norte tomando las islas de Zul’dare, de Tol Barad, y de Crestfall y se trató establecerlos como bases navales. Desde estos puntos alcanzados, la Horda desembarcó a tropas a lo largo de las costas de Wetlands, de las montañas de Arathi, y más importante aún en la costa meridional de Lordaeron.
El asalto de la Horda se dirigió hacia Loch Modan, empujando las fuerzas enanas y gnomas hasta Dun Morogh. La ciudad de Ironforge no fue tomada durante la segunda guerra, así que puede ser asumido que los enanos sellaron las entradas del túnel y que utilizaron el terreno natural para defenderse. Cortaron a los enanos y los gnomos del resto de la alianza, exceptuando la ayuda aérea. Después de la conquista de Loch Modan, la Horda empujó aún más al norte a las fuerzas de la alianza, tomando Algaz Dun, Modr Dun, y Grim Batol y convirtiéndolos en fortalezas para la Horda. Grim Batol se convirtió en la base primaria para la ofensiva por tierra, y también fue convertido en un criadero para el Dragonflight de dragones rojos. Las fuerzas de la alianza, sobre todo de Stromgarde, resolvieron atacar a la Horda en Thandol donde sobrevino una gran batalla.
La ofensiva naval también tuvo un gran éxito inicial. La Horda asaltó puestos avanzados meridionales tales como Southshore en Hillsbrad así como se enviaron una gran cantidad de tropas a Lordaeron. Los raiders de la Horda fueron asistidos muy probablemente por la nación de Alterac, pues las fuerzas de la Horda podían asaltar a Lordaeron a través de los llanos de Alterac e incluso hasta los bosques de Silvermoon en el noreste. Durante esta invasión, la Horda encontró a los trolls del bosque, que habían estado guernospamdo con los elfos por siglos. Agradeciendo el rescate de su líder, Zul’jin, de fuerzas mágicas, las tribus de los troll`s se aliaron con la Horda. A cambio de su juramento de servir a la Horda, se les prometió a los trolls su tierra ancestral, tomada desde hace demasiado tiempor por los altos elfos de Quel’Thalas. Alentada por estos nuevos aliados asentados en el corazón del territorio de la alianza, la Horda comenzó por atacar y quemar los bosques de la frontera de Silvermoon.
Ultrajados con el ataque contra sus fronteras, los elfos finalmente pusieron adelante el completo de sus fuerzas en el esfuerzo por la guerra. Esto incluyó el despliegue de los destructores elfos al sur a los Hinterland y a las orillas de Lordaeron. Lordaeron y Quel’Thalas convinaron en echar a la mayoría de las fuerzas de la Horda a las orillas de Hillsbrad. Con la ayuda de los elfos, la alianza podía lanzar un ataque contra Zul’dare y terminar la invasión de Lordaeron. Aunque Hillsbrad y Southshore fueron diezmados casi, las marinas de guerra de la Horda fueron derrotadas, y probablemente fueron a desembarcar a las orillas de Wetlands, de Crestfall, y de las ruinas de Stormwind.
El volver a tomar Khaz Modan
Después de la victoria en el norte, la alianza se concentró en echar su ofensiva por tierra en el borde de las montañas de Arathi en los grandes puentes del palmo de Thandol. El primer paso era volver a tomar la fortaleza de la Horda en Tol Barad para usarla como punto de abituallamiento para una invasión sobre Dun Modr, que era la base primaria para los ataques sobre el palmo de Thandol. Con la ayuda naval de Tol Barad, las fuerzas de tierra de la alianza pudieron finalmente ganar el palmo de Thandol y reclamar Dun Modr. La alianza continuó su avance hacia el sur, tomando la base en Algaz Dun. Aunque no podían tomar totalmente la fortaleza maldita de Grim Batol, rompieron con eficacia los ejércitos de la Horda y los hicieron retirarse de Khaz Modan.
Después de la derrota de las fuerzas de la Horda en Khaz Modan, sobrevino una breve pausa en el combate abierto. La Horda procuró recolectar a más tropas del sur, incluyendo los caballeros de la muerte. La alianza comenzó a dar combatir los remanentes de las fuerzas de la Horda en Lordaeron, y a tal efecto enviaron a Uther Lightbringer y sus caballeros recién formados de la mano de plata para prestar la ayuda a las víctimas de la guerra. Sin embargo, un alboroto campesino de menor importancia en la mano de Tyr condujo a un descubrimiento de un plan del señor Perenolde de Alterac, que procuraba destruir la alianza por dentro. Al conocer los planes de Alterac, las fuerzas de la alianza borraron del mapa al pequeño reino traidor.
El asalto en Blackrock Spire
A pesar de las interrupciones en el frente interno, la alianza continuada moviéndose hacia el sur, hacia Blackrock Spire. Mientras que las fuerzas de la alianza se encontraban bajas en número, agotadas, y en territorio áspero, las fuerzas de la Horda continuaban ganando refuerzos frescos con la magia de Gul’dan y más allá del Portal oscuro. Doomhammer utilizó la calma en el combate hecha por la traición de Alterac para preparar un asalto masivo que rasgaría a la fuerza de la alianza y los empujaría hasta el final de Lordaeron. Era un plan atrevido, y por la diferencia en números habría tenido éxito seguramente.
Sin embargo, en la víspera de la batalla, Gul’dan encontró finalmente la localización de la tumba de Sargeras, y traicionando a Doomhammer tomó casi la mitad de las fuerzas de la Horda en un intento por levantar la tumba del mar y demandar las energías demoníacas para si mismo. Con la Horda así, las fuerzas se debilitaron totalmente y la alianza sitio la fortaleza de Blackrock. Para romper el sitio, Doomhammer y sus seguidores habían dejado cargados fuera de Spire a Lothar y sus Paladines. Después de un duelo, Doomhammer derrota a Lothar y escapa hacia el sur. Luego de su muerte, el segundo en el comando de Lothar, el Paladin Turalyon tomó el liderazgo y persiguió la retirada de los orcos hasta su bastión pasando incluso el Portal Oscuro y persiguiendolos por el mundo de Draenor.
En desigualdad y quebradas, las fuerzas restantes de la Horda procuraron una defensa en el Portal Oscuro. Esta se ha descrito como la batalla más sangrienta de la segunda guerra, los orcos fueron derrotados, y Doomhammer mismo fue apresado y puesto en cadenas. Pronto después de eso, el mago Khadgar, flanqueado por los valientes guerreros de la alianza, destruyeron el Portal Oscuro. Con la destrucción del Portal Oscuro, la segunda guerra fue terminada.
El letargo de los orcos
Los meses pasaron, y fueron colocados cada vez más presos orcos dentro de los campos de internación. Mientras que los campos comenzaron a desbordar, la alianza fue forzada para construir nuevos campos en el sur, en las llanuras a los pies de las montañas de Alterac. Para mantener y para proveer correctamente el número creciente de campos, el rey Terenas impuso un nuevo impuesto sobre las naciones de la alianza. Este impuesto, junto con tensiones políticas crecientes sobre conflictos de frontera, creó un malestar extenso. Parecía que el frágil pacto que habían forjado las naciones humanas juntas en su hora más oscura se rompería en cualquier momento.
En medio de la agitación política, muchos de los guardias del campo comenzaron a notar un cambio inquietante en los orcos cautivos. Los esfuerzos de los orcos de escaparse de los campos o aún de luchar entre sí mismos había disminuido grandemente. Los orcos se convertían cada vez más a un letargo pasivo. Aunque era difícil de creer, los orcos – tenidos una vez como la raza más agresiva jamás vista en Azeroth – habían perdido totalmente su voluntad para luchar. El extraño letargo confundió a los líderes de la alianza y continuó tomando fuerza en los orcos rápidamente, debilitándolos.
Algunos especularon que una cierta enfermedad extraña, contraíble solamente por los orcos, era la causante del letargo incomprensible. Pero el Archimago Antonidas de Dalaran planteó una hipótesis diferente. Investigando lo poco que él podría encontrar de la historia de los orcos, Antonidas aprendió que los orcos habían estado bajo la influencia de la energía demoníaca por generaciones. En la misma especuló que los orcos habían sido corrompidos por estas energías incluso antes de su primera invasión a Azeroth. Claramente, los demonios tenían claveteada la sangre de los orcos, y alternadamente habían concedido la fuerza bruta, resistencia, y la agresión salvaje aumentadas más allá de lo normal.
Antonidas teorizó que el letargo comunal de los orcos no era realmente una enfermedad, pero si una consecuencia del retiro de las magias raciales brindadas por los brujos y que los había hecho temibles: los guerreros sedientos de sangre. Aunque los síntomas estaban claros, Antonidas no podía encontrar una curación para la actual condición de los orcos. Entonces también, muchos de sus magos, así como algunos líderes notables de la alianza, discutieron eso y concluyeron que encontrar una cura para los orcos serían una empresa imprudente. Concordaron que la condición misteriosa de los orcos, debería ser curada espiritualmente.
- thatsumaru
- « Cruzada Escarlata »
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Re: Los orcos
La Nueva Horda
El Guardia Principal de los campos de internación, Aedelas Blackmoore, dominaba sobre los orcos prisioneros de su plaza fuerte, Durnholde. Un orco en particular había llamado siempre su interés: el infante huérfano que había encontrado casi dieciocho años antes. Blackmoore había llevado al jóven varón como un esclavo favorecido y lo había nombrado Thrall. Blackmoore le enseñó al orco sobre táctica, filosofía, y combate. Thrall incluso fue entrenado como gladiador. Todo el tiempo, el guardia intentó moldear al orco como a un arma.
A pesar de su educación áspera, el jóven Thrall creció y se convirtió en un orco fuerte, agudo, y él sabía en su corazón que la vida de un esclavo no estaba hecha para él. Pues al llegar a la madurez, él aprendió sobre su gente, los orcos, lo que el nunca había conocido: después de su derrota, la mayor parte habían sido colocados en campos de internación. Los rumores decían que Doomhammer, el líder de los orcos, se había escapado de Lordaeron y estaba oculto. Solamente un clan de rogues continuaba funcionando en secreto, intentando evadir los ojos agudos de la alianza.
Thrall, decidió escaparse de la fortaleza de Blackmoore y de esa manera encontrar al resto de orcos de su clase. Durante sus viajes Thrall visitó los campos de internación y encontró a su raza una vez poderosa, ahora acobardada y letárgica. No encontrando a los guerreros orgullosos que él esperaba descubrir, Thrall precisó encontrar al último cacique orco, Grom Hellscream.
Buscado constantemente por los seres humanos, Hellscream seguía sosteniendo la voluntad de la Horda para luchar. Ayudado solamente por su propio clan devoto de Warsong, Hellscream continuó emprendiendo una guerra subterránea contra la opresión de su gente cercada. Desafortunadamente, Hellscream podía nunca encontrar una manera de liberar a los orcos capturados. Thrall, impresionado, inspirado por el idealismo de Hellscream, desarrolló una empatía fuerte por la Horda y las tradiciones del guerrero.
Buscando la verdad de sus propios orígenes, Thrall viajó al norte para encontrar al clan legendario de Frostwolf. Thrall aprendió que Gul’dan había exiliado a los Frostwolves durante los días tempranos de la primera guerra. Él también descubrió que él era el hijo y el heredero del héroe Durotan el orco, el verdadero cacique de los Frostwolves que había sido asesinado casi veinte años antes.
Debajo del tutelage de Drek’Thar, shaman venerable, Thrall estudió la antigua cultura shamanistic de su gente, que había sido olvidada bajo el régimen malvado de Gul’dan. En un cierto tiempo, Thrall se convirtió en un shaman de gran poder y tomó su legítimo lugar como cacique de los Frostwolves exiliados. Autorizado por los elementos y conducido para encontrar su destino, Thrall se fijó liberar a los clanes prisioneros y curar su raza de la corrupción demoníaca.
Durante sus recorridos, Thrall encontró al envejecido warchief, Orgrim Doomhammer, que había estado viviendo como ermitaño por muchos años. Doomhammer, que había sido un amigo cercano del padre de Thrall, decidió a seguir al jóven orco visionario y ayudarle a liberar a los clanes prisioneros. Apoyado por muchos de los caciques veteranos, Thrall tuvo éxito en última instancia en la revitalización de la Horda y dar a su gente una nueva identidad espiritual.
Para simbolizar el renacimiento de su gente, Thrall volvió a la fortaleza de Blackmoore de Durnholde a poner un fin decisivo a sus planes maestros anteriores poniendo sitio a los campos de internación. Esta victoria no se obtuvo sin su precio: durante la liberación de un campo, Doomhammer cayó en batalla.
Thrall tomó el warhammer legendario de Doomhammer y se puso su armadura negra para convertirse en el nuevo warchief de la Horda. Durante los meses siguientes, la Horda fue pequeña pero volátil. Animado por su mejor amigo y mentor, Grom Hellscream, Thrall trabajó para asegurarse que su gente nunca serían esclavos otra vez.
Los Maestros de Espadas
Los maestros de espadas son unos luchadores de origen orco, que se han especializado en el combate con espadas, como su propio nombre indica. Lejos de cualquier estilo de combate típico orco, estos guerreros potencian su concentración, agilidad, habilidad con las armas y capacidad de sigilo anes que la fuerza o la determinación militar. Son expertos espías, rastreadores y asesinos.
Historia
Poco se sabe de estos luchadores antes de la invasión de la Horda en Azeroth, pero su tradición y técnicas de lucha solo eran enseñados en un solo clan, la Espada de Fuego. Quien o quienes fueron los precursores de dicho estilo de combate, es desconocido, pues los orcos no tienen costumbre de plasmar sobre los libros su historia
La Espada de fuego estaba dirigida por el Conclave, un consejo de ocho magos ogros, que no bebieron sangre de Mannoroth. A dicho clan eran enviados los orcos que, debido a su ciega sed de sangre, eran incapaces de cumplir órdenes.
Estos orcos fueron afectados por la sangre de demonios en mayor manera que al resto: prácticamente perdieron casi toda su racionalidad, convirtíendose en máquinas de matar sedientas de sangre. Era tan irracionales hasta el punto que cuando ganaban una batalla, atacaban a sus propios aliados de la Horda, para seguir con la batalla. Por ello, cuando Doomhammer se hizo con el poder los encerró en las mazmorras de la Torre Blackrock, pues eran tan peligrosos para los humanos como para ellos mismos. No decidió ejecutarlos debido a que eran luchadores muy hábiles con la espada, y podían llegar a ser cruciales en la batalla.
Durante la segunda guerra, tras la muerte de Anduin Lothar y el asedio de la Torre Blackrock, Doomhammer, al ver como perdía su base principal, decidió usar todos los recursos disponibles frente a las fuerzas combinadas de Uther y Turalyon. El resultado, la batalla mas sangrienta de las dos guerras, con innumerables bajas en ambos bandos. Pero aún así, la Torre Blackrock fue destruida, y Doomhammer derrotado.
A pesar de que, cuando la balanza de la victoria estaba a favor de la Alianza, y la Horda se replegaba hacia el Portal Oscuro, los de la Espada de Fuego lucharon hasta el final, que resultó en la aniquilación completa del clan. Solo un número reducido de maestros de espadas (menos de 25) fueron hechos prisioneros y encerrados en campos de internamiento, para su estudio. Aquel fue el fin del Clan Espada de Fuego. Sin embargo, el Cónclave logró escapar por el Portal Oscuro hacia Draenor.
Cuando Thrall atacó los campos de internamiento, liberando a los orcos, los pocos maestros de espadas que allí se encontraban le pidieron al nuevo Señor de la Guerra que les permitiesen unirse a la nueva Horda. Thrall aceptó a estos guerreros, los cuales abandonaron la sed de sangre y la adoración a los demonios por el chamanismo. En su viaje a Kalimdor, los maestros de espadas tomaron importantes puestos militares, como generales y comandantes de las fuerzas de los distintos clanes bajo el mandato de Thrall, pues éste, supo apreciar su importancia en el combate.
Ténicas de combate
Andar del viento: Los maestros de espadas aprenden a moverse como el viento, rápido e imperceptible, pero letal. Esta técnica hace desaparecer al Maestro de Espadas, para luego salir de las sombras atacando por la espalda. Muchos asesinos de distintas razas han aprendido a utilizar esta sigilosa técnica.
Imagen del Espejo: El maestro de espadas se mueve tan rápido que da la sensación que hay varios luchadores iguales combatiendo. Dicha técnica la usan para distraer al enemigo o para ayudarse en la retirada. El objetivo común es confundir al adversario y evitar sus golpes. Nadie ha conseguido copiar dicha técnica.
Torbellino de Cuchillas: El maestro de espadas gira sobre sí mismo a una velocidad endiablada, convirtiéndose en un remolino cortante de destrucción. Cualquiera que viese a un maestro de espadas realizar esta técnica diría que está ante un tornado, y no ante un luchador mortal. A pesar de que este movimiento ha sido copiado por espadachines y guerreros de muchas razas ademas de la orca, ninguno ha conseguido un resultado tan devastador como el original.
Se cree que Grom Hellscream mantuvo contacto con estos guerreros y parendió de sus técnicas, pues sin ser de la Espada de Fuego, Hellscream demostraba que dominaba sus técnicas casi igual de bien que los componetes de dicho clan.
Final
Los maestros de espadas son una estirpe de luchadores próxima a la extinción, ya que son pocos en número, dispersos por los distintos clanes de la Horda, y sin aparentes intenciones de transmitir su arte de lucha a futuras generaciones. Sin embargo, no dejan de ser luchadores valientes, hábiles y sin miedo a la derrota, y su ejemplo, fue y es seguido por muchos orcos.
El Guardia Principal de los campos de internación, Aedelas Blackmoore, dominaba sobre los orcos prisioneros de su plaza fuerte, Durnholde. Un orco en particular había llamado siempre su interés: el infante huérfano que había encontrado casi dieciocho años antes. Blackmoore había llevado al jóven varón como un esclavo favorecido y lo había nombrado Thrall. Blackmoore le enseñó al orco sobre táctica, filosofía, y combate. Thrall incluso fue entrenado como gladiador. Todo el tiempo, el guardia intentó moldear al orco como a un arma.
A pesar de su educación áspera, el jóven Thrall creció y se convirtió en un orco fuerte, agudo, y él sabía en su corazón que la vida de un esclavo no estaba hecha para él. Pues al llegar a la madurez, él aprendió sobre su gente, los orcos, lo que el nunca había conocido: después de su derrota, la mayor parte habían sido colocados en campos de internación. Los rumores decían que Doomhammer, el líder de los orcos, se había escapado de Lordaeron y estaba oculto. Solamente un clan de rogues continuaba funcionando en secreto, intentando evadir los ojos agudos de la alianza.
Thrall, decidió escaparse de la fortaleza de Blackmoore y de esa manera encontrar al resto de orcos de su clase. Durante sus viajes Thrall visitó los campos de internación y encontró a su raza una vez poderosa, ahora acobardada y letárgica. No encontrando a los guerreros orgullosos que él esperaba descubrir, Thrall precisó encontrar al último cacique orco, Grom Hellscream.
Buscado constantemente por los seres humanos, Hellscream seguía sosteniendo la voluntad de la Horda para luchar. Ayudado solamente por su propio clan devoto de Warsong, Hellscream continuó emprendiendo una guerra subterránea contra la opresión de su gente cercada. Desafortunadamente, Hellscream podía nunca encontrar una manera de liberar a los orcos capturados. Thrall, impresionado, inspirado por el idealismo de Hellscream, desarrolló una empatía fuerte por la Horda y las tradiciones del guerrero.
Buscando la verdad de sus propios orígenes, Thrall viajó al norte para encontrar al clan legendario de Frostwolf. Thrall aprendió que Gul’dan había exiliado a los Frostwolves durante los días tempranos de la primera guerra. Él también descubrió que él era el hijo y el heredero del héroe Durotan el orco, el verdadero cacique de los Frostwolves que había sido asesinado casi veinte años antes.
Debajo del tutelage de Drek’Thar, shaman venerable, Thrall estudió la antigua cultura shamanistic de su gente, que había sido olvidada bajo el régimen malvado de Gul’dan. En un cierto tiempo, Thrall se convirtió en un shaman de gran poder y tomó su legítimo lugar como cacique de los Frostwolves exiliados. Autorizado por los elementos y conducido para encontrar su destino, Thrall se fijó liberar a los clanes prisioneros y curar su raza de la corrupción demoníaca.
Durante sus recorridos, Thrall encontró al envejecido warchief, Orgrim Doomhammer, que había estado viviendo como ermitaño por muchos años. Doomhammer, que había sido un amigo cercano del padre de Thrall, decidió a seguir al jóven orco visionario y ayudarle a liberar a los clanes prisioneros. Apoyado por muchos de los caciques veteranos, Thrall tuvo éxito en última instancia en la revitalización de la Horda y dar a su gente una nueva identidad espiritual.
Para simbolizar el renacimiento de su gente, Thrall volvió a la fortaleza de Blackmoore de Durnholde a poner un fin decisivo a sus planes maestros anteriores poniendo sitio a los campos de internación. Esta victoria no se obtuvo sin su precio: durante la liberación de un campo, Doomhammer cayó en batalla.
Thrall tomó el warhammer legendario de Doomhammer y se puso su armadura negra para convertirse en el nuevo warchief de la Horda. Durante los meses siguientes, la Horda fue pequeña pero volátil. Animado por su mejor amigo y mentor, Grom Hellscream, Thrall trabajó para asegurarse que su gente nunca serían esclavos otra vez.
Los Maestros de Espadas
Los maestros de espadas son unos luchadores de origen orco, que se han especializado en el combate con espadas, como su propio nombre indica. Lejos de cualquier estilo de combate típico orco, estos guerreros potencian su concentración, agilidad, habilidad con las armas y capacidad de sigilo anes que la fuerza o la determinación militar. Son expertos espías, rastreadores y asesinos.
Historia
Poco se sabe de estos luchadores antes de la invasión de la Horda en Azeroth, pero su tradición y técnicas de lucha solo eran enseñados en un solo clan, la Espada de Fuego. Quien o quienes fueron los precursores de dicho estilo de combate, es desconocido, pues los orcos no tienen costumbre de plasmar sobre los libros su historia
La Espada de fuego estaba dirigida por el Conclave, un consejo de ocho magos ogros, que no bebieron sangre de Mannoroth. A dicho clan eran enviados los orcos que, debido a su ciega sed de sangre, eran incapaces de cumplir órdenes.
Estos orcos fueron afectados por la sangre de demonios en mayor manera que al resto: prácticamente perdieron casi toda su racionalidad, convirtíendose en máquinas de matar sedientas de sangre. Era tan irracionales hasta el punto que cuando ganaban una batalla, atacaban a sus propios aliados de la Horda, para seguir con la batalla. Por ello, cuando Doomhammer se hizo con el poder los encerró en las mazmorras de la Torre Blackrock, pues eran tan peligrosos para los humanos como para ellos mismos. No decidió ejecutarlos debido a que eran luchadores muy hábiles con la espada, y podían llegar a ser cruciales en la batalla.
Durante la segunda guerra, tras la muerte de Anduin Lothar y el asedio de la Torre Blackrock, Doomhammer, al ver como perdía su base principal, decidió usar todos los recursos disponibles frente a las fuerzas combinadas de Uther y Turalyon. El resultado, la batalla mas sangrienta de las dos guerras, con innumerables bajas en ambos bandos. Pero aún así, la Torre Blackrock fue destruida, y Doomhammer derrotado.
A pesar de que, cuando la balanza de la victoria estaba a favor de la Alianza, y la Horda se replegaba hacia el Portal Oscuro, los de la Espada de Fuego lucharon hasta el final, que resultó en la aniquilación completa del clan. Solo un número reducido de maestros de espadas (menos de 25) fueron hechos prisioneros y encerrados en campos de internamiento, para su estudio. Aquel fue el fin del Clan Espada de Fuego. Sin embargo, el Cónclave logró escapar por el Portal Oscuro hacia Draenor.
Cuando Thrall atacó los campos de internamiento, liberando a los orcos, los pocos maestros de espadas que allí se encontraban le pidieron al nuevo Señor de la Guerra que les permitiesen unirse a la nueva Horda. Thrall aceptó a estos guerreros, los cuales abandonaron la sed de sangre y la adoración a los demonios por el chamanismo. En su viaje a Kalimdor, los maestros de espadas tomaron importantes puestos militares, como generales y comandantes de las fuerzas de los distintos clanes bajo el mandato de Thrall, pues éste, supo apreciar su importancia en el combate.
Ténicas de combate
Andar del viento: Los maestros de espadas aprenden a moverse como el viento, rápido e imperceptible, pero letal. Esta técnica hace desaparecer al Maestro de Espadas, para luego salir de las sombras atacando por la espalda. Muchos asesinos de distintas razas han aprendido a utilizar esta sigilosa técnica.
Imagen del Espejo: El maestro de espadas se mueve tan rápido que da la sensación que hay varios luchadores iguales combatiendo. Dicha técnica la usan para distraer al enemigo o para ayudarse en la retirada. El objetivo común es confundir al adversario y evitar sus golpes. Nadie ha conseguido copiar dicha técnica.
Torbellino de Cuchillas: El maestro de espadas gira sobre sí mismo a una velocidad endiablada, convirtiéndose en un remolino cortante de destrucción. Cualquiera que viese a un maestro de espadas realizar esta técnica diría que está ante un tornado, y no ante un luchador mortal. A pesar de que este movimiento ha sido copiado por espadachines y guerreros de muchas razas ademas de la orca, ninguno ha conseguido un resultado tan devastador como el original.
Se cree que Grom Hellscream mantuvo contacto con estos guerreros y parendió de sus técnicas, pues sin ser de la Espada de Fuego, Hellscream demostraba que dominaba sus técnicas casi igual de bien que los componetes de dicho clan.
Final
Los maestros de espadas son una estirpe de luchadores próxima a la extinción, ya que son pocos en número, dispersos por los distintos clanes de la Horda, y sin aparentes intenciones de transmitir su arte de lucha a futuras generaciones. Sin embargo, no dejan de ser luchadores valientes, hábiles y sin miedo a la derrota, y su ejemplo, fue y es seguido por muchos orcos.
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