(Lore) Cruzada Escarlata 2ºParte.
- thatsumaru
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(Lore) Cruzada Escarlata 2ºParte.
El monasterio escarlata
Situado en Trisfal Glades, el monasterio sirvio como centro de conocimiento y aprendizaje para los seguidores de la la luz en Lordaeron hasta la tercera guerra y la llegada del azote. Con al apogeo de los no-muertos en la zona fue convertido en una de las plazas principales de la cruzada escarlata. Actualmente esta dirigido por la Alta Inquisidora Whitemane y su campeon, el comandante Mograine
El Bastion Escarlata
Un pequeño contingente de las tropas de Abbendis, lideradas por el gran cruzado Dathoran, tratan de controlar la zona oeste de Stratholme y su catedral enfrentandose a los muertos de la ciudad. Desde alli lanzan ataques continuos contra el resto de la ciudad para tratar de recuperarla, aunque un gran secreto se ocute alli…
La mano de Tyr
Una pequeña comunidad en las tierras orientles de la plaga, que sirve como base de operaciones de la cruzada en la zona. Desde alli tratan de recuperar la ciudad de Stratholme
Suceso: la venganza de Mograine
Mograine está esperando a que alguien le libere de las garras de quel’thuzad, para poder reconducir la Cruzada y ajusticiar a su hijo. Una vez alguien le mate y reclame su arma, la Portadora de Cenizas, el espíritu de su dueño original acompañará a su dueño actual constantemente. Ésto es lo que ocurrió cuando un héroe logró hacerlo.
El heroe entra en el Monasterio Escarlata, en seguida los guardias van a atacarle, pero una voz les disuade. Es Mograine padre, el cual está usando el cuerpo del heroe para sus actos.
- ¡Inclinaos! ¡Arrodillaros ante el Portador de Cenizas! ¡Una nueva era se avecina, hermanos y hermanas! ¡Nuestro mensaje será escuchado por todo el mundo a través del Elegido! – dice la potente voz.
Los cruzados, sorprendidos ante el regreso de su antiguo señor, le obedecen y se arrodillan. El héroe recorre toda la catedral, y a medida que avanza, los cruzados muestran sus respetos. Al llegar a la capilla de la Cruzada, el héroe avanza hacia el Comandante Mograine, el cual también se arrodilla. Mograine (padre) vuelve a tomar posesión del héroe.
- Renault… – dice Mograine.
- ¡Padre! pero… ¿cómo? – respondió sorprendido el hijo.
- ¿De verdad pensabas que tu traición iba a ser olvidada? ¿Perdida en el minucioso encubrimiento de mi muerte? Sangre de mi sangre… mi espada sintió tu crueldad mucho antes de que mi corazón dejara de latir. Fue en la muerte cuando vi lo que habías hecho. Pero ahora, las cadenas de quel’thuzad ya no me retienen, y he venido a impartir justicia. ¡SOY EL PORTADOR DE CENIZAS!
- Padre…perdóname.
Entonces, la espada corrupta lanza un rayo a Mograine (hijo), matándolo.
- Quedas perdonado…
Suceso: La purificación del Portador de Cenizas
El héroe tras matar a Renault, libera a Fairbanks, el cual le revela una sorprendente verdad.
- Al final, la maldición se ha arreglado. Gracias, héroe – dice Fairbanks.
- ¿Maldición? ¿Qué está pasando aquí?
- ¿Es que no lo sabes? – pregunta, extrañado – La espada que llevas a tu espalda es conocida como “La Portadora de Cenizas”, llamada igual que su primer dueño.
- ¿Mograine?
Fairbanks asintió.
- Es uno de los fundadores originales de la Cruzada. Un caballero de incomparable pureza y fe, traicionado por su propio hijo y asesinado por las fuerzas del Azote en Stratholme. Así es como acabé aquí…
- ¿Qué quieres decir? – dice el héroe con curiosidad.
- Fue el Gran Lord Mograine, junto a la Gran General Abbendis y el Gran Inquisidor Isilien, los que formaron ésta orden. Cuando la Cruzada era joven, el fanatismo y la irracionalidad que ahora ves no existían. No fue hasta que Mograine y yo caímos, y el Gran Cruzado ocupó su lugar cuando las ruedas de la corrupción se pusieron en movimiento.
Al héroe aún le parecen confusas ciertas cosas. Fairbanks lo nota.
- Mograine era el eje principal de la Cruzada. Era llamado el Portador de Cenizas porque con un golpe de su espada era capaz de reducir a cenizas legiones de muertos vivientes. Era normal verle armado solo con su espada y con su fe, acabar con centenares de siervos del Azote y salir ileso de la pelea. Tan solo dejaba cenizas. ¿No lo entiendes? ¡La propia Muerte le temía! ¡Temblaba en su presencia!
- Una historia increíble – responde el héroe – ¿Cómo fue que murió?
El inquisidor suspira, como si lo que fuese a recordar le hiciese un gran daño.
- De la única manera que puede morir un héroe: a través de la tragedia. El Gran Cruzado hizo un pacto con quel’thuzad, para acabar con Mograine. Sin embargo, para que su plan tuviera éxito, necesitaría la ayuda de uno de sus seres más amados…
- ¿Quieres decir…?
- Si. Su hijo Renault Mograine, conocido como el Comandante Escarlata. Fue él quien le guió hasta la trampa del Lich, como el que conduce un cordero al matadero.
- ¿Cómo puedes saber todo eso?
El inquisidor contesta levantando su ropa, enseñándole múltiples cicatrices en su piel en descomposición.
- Porque yo estuve allí. Yo era el consejero personal y mejor amigo del Gran Lord… debí haber imaginado algo así… mi instinto me decía que algo nos iba a pasar… por cierto ¿puedes creer que enviaron casi mil guerreros a acabar con nosotros?
- ¿Mil? – dice boquiabierto el héroe – ¿Para un solo hombre?
- ¡Estamos hablando de Mograine, el Portador de Cenizas, imbécil! La espada de Mograine brilla cuando hay muertos vivientes cerca… eso le advirtió a su hijo que debía salir de ahí…se abalanzaron sobre nosotros con una furia y un hambre nunca vista hasta ahora, incluso para tratarse de muertos vivientes. Pero…
- ¿Pero…?
- Eso no fue suficiente – contesta con una leve sonrisa – , mil vinieron, mil murieron ¡Por la Luz! ¡Por el poder de Mograine! De hecho, casi los mataba más rápido de lo que iban llegando. En el caos de la pelea, pude ver ligeramente el joven Mograine. “¡Ayúdanos, Renault!” grité inconsciente de que él era parte de la trampa, “¡Ayuda a tu padre, chico!”
- ¿Y os ayudó?
- No – dice pesadamente – se quedó mirando como legiones de muertos vivientes nos atacaban. Pronto mis poderes se agotaron, y me quedé exhausto, y por ello fui el primero en caer. Sin embargo, parecieron ignorarme y centrarse en el Gran Lord.
- Continúa, por favor.
- Lo único que pude hacer fue fingir estar muerto, ya que no le servía de nada a Mograine. Todo se hizo oscuridad, y oía el caos de la batalla sobre mi, metales chocando, gruñidos inhumanos…y después, silencio. Entonces oí una voz que me llamaba. ”¡Fairbanks! ¡¿Dónde estás, Fairbanks? ¡Hablame!” y entonces ocurrió lo impensable…
- ¿Quieres decir…?
- Renault, su propio hijo, cogió su espada, y le atravesó el corazón con ella – dice, desolado – sus últimas palabras fueron “¿Porqué lo has hecho, Renault?¿ Porqué?”
- Tienes razón. Es una tragedia – dice el héroe.
- La espada y Mograine eran una única entidad ¿no lo entiendes? Ese acto corrompió la espada y llevó a Mograine por el camino de la corrupción, como caballero de la muerte de quel’thuzad. Juré que si vivía, desvelaría a los que perpetraron este sucio crimen. Sin embargo, resulté infectado mientras intentaba escapar de aquel lugar.
- ¿Y lo hiciste?
- Si. Regresé al monasterio, y grité a pleno pulmón lo que había pasado, pero nadie me escuchó. Y no solo eso, sino que me encerraron en esta camara secreta, para ejecutarme. Pero, por suerte, hubo alguien que sí me escuchó…
- El Amanecer Plateado…
Fairbanks asiente.
- Una historia increíble ¿Y que hay de la espada? ¿Aún puede redimirse?
- Temo por que la espada que cuelga de tu espalda no pueda salvarse. El odio ha arraigado muy profundo… pero no pierdas la esperanza. Cuando un capítulo de una historia termina, uno nuevo comienza. Busca a su hijo. Solo él puede redimir la espada, y limpiarla de su corrupción.
- Pero su hijo está muerto…
Fairbanks niega con la cabeza.
- Solo UNO de sus hijos está muerto. El otro está… – hace una pausa – …en Draenor. Allí le encontrarás…
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